Me encanta pasear con mi perro por el campo pero cada año dejo de hacerlo cuando aparecen las temibles orugas. Me da pánico que la procesionaria pueda causarle algún daño. De hecho, tengo una casa de campo con pinos y no voy por ese motivo. ¿Me podéis orientar al respecto para evitarlas?

Ese tipo de orugas, más conocidas como procesionarias, suelen aparecer en los meses de primavera, en una especie de bolsas blancas que cuelgan de algunos pinos. Cuando estas caen al suelo, las orugas salen de las mismas y comienzan a desplazarse en hileras, llamando habitualmente la atención de aquellos perros que se encuentran cerca. El problema se produce cuando estos entran en contacto con las mismas. Su picadura es causa de numerosas urgencias veterinarias ya que, si no se trata, puede llegar a producir la muerte por shock anafiláctico. Los síntomas habituales que causan en el animal suelen ser jadeos, vómitos e hinchazón de lengua, cabeza y fauces. Si no es tratado, podría provocar, además, edema de glotis y muerte por asfixia. De hecho, muchos perros han perdido parte de su lengua por este motivo. Por lo tanto, haces bien en evitar que tu animal se les acerque, pero no olvides que precisamente el otoño es la mejor época para fumigar los pinos contra ellas y evitar que aparezcan.