Hacer el ridículo y que nos tomen el pelo es gratis. Cualquier cosa menos reconocer nuestras limitaciones. Las afirmaciones categóricas y los dogmas de fe en el mundo de los animales sobran. Aquí todo es posible.

Hace unos meses, el avistamiento por un policía de un posible cocodrilo en Valladolid hacía saltar las alarmas. El asunto, tras buscarlo y no encontrarlo, acabó con la afirmación de que era una nutria. Sin embargo, nunca se pudo probar.

¿Es posible que fuera un cocodrilo? Por supuesto, hay gente que los tiene en sus casas y los abandona cuando se cansa de ellos. ¿Y, entonces, por qué no se encontró? Supongo que por la misma razón que no encuentra el cadáver de mucha gente que es arrojada al río, porque sus fuertes corrientes los empujan hasta el fondo, donde quedan enganchados en ciénagas de ramas y lodo. Cuidado, no afirmo nada, simplemente digo que no se sabe.

Veamos ahora el otro tema. ¿Es posible que el animal aparecido suelto en Granada sea una pantera? Evidentemente.

Para empezar, conozco a gente retirada del circo que vive en chalets en Granada con sus tigres y otros animales salvajes. ¿Se extrañan? En estos temas existe una legislación ridícula, una descoordinación entre administraciones infinita y un descontrol que impulsa el «aquí todo vale». No lo olviden, España es un paraíso para la tenencia de animales salvajes y una autopista al tráfico ilegal de especies.

Por otro lado, cuento por docenas los animales salvajes en cuyo rescate he participado: pumas en Cataluña, monos en Murcia, leones en Madrid, Aragón y País Vasco, osos en Galicia, varios tigres en Málaga y media docena de cocodrilos en Alicante. Todos caminaban sueltos por el campo o la calle.

Sólo un dato más, hace cuatro años, cerca de donde ahora ha aparecido este animal, fue encontrada en una nave industrial otra pantera negra escondida. ¿Qué les parece? Cuanto menos, curioso.

Por eso, respecto a la posible pero no probable presencia de esa pantera, lo mejor es concluir de nuevo con un «no se sabe». En cualquier caso, ante esos presuntos especialistas desplazados a la zona, ¿qué quieren que le diga? Me fío siempre más del sentido común de la gente sencilla del campo, que de expertos urbanitas con plaza de ocho a tres en suelo de moqueta y despacho de parquet.