Desgraciadamente, cada año se produce el varamiento de animales en nuestras costas fundamentalmente porque son animales enfermos, heridos o desorientados. Es fundamental saber cómo actuar y sobre todo saber qué no debemos hacer.

En primer lugar, si avistamos un animal varado o que va a varar debemos contactar con los servicios de emergencia (112) y explicar la situación a fin de que éstos coordinen el dispositivo de intervención y nos den las instrucciones oportunas.

Dependiendo de la Comunidad Autónoma, normalmente existe una entidad encargada de estos animales que acudirá al lugar y se encargará de él, tanto si está vivo como en el caso de que haya fallecido.

En el caso de animales vivos pero heridos, le proporciona-rán asistencia especializada y, si es posible, una vez que se recupere lo reintroducirán en el mar. En el caso de que el animal haya fallecido, se encargarán de estudiar las razones del fallecimiento.

Mientras acude el personal especializado en su rescate, es importante que mantengamos alejada a la gente del animal, no le toquemos, mantengamos la calma y no hagamos ruido, para no agravar su estado. Debemos, en caso de que se encuentre en la arena, prote-gerle del sol con una som-brilla o una toalla sujeta sobre el animal, no sobre el animal y humedecerle cada poco tiempo. Si estuviera herido por alguna red o artilugio de pesca no debemos tocarlo.

Nunca debe reintroducirse al animal en el mar, ni sacarlo del agua si se encontrara en el agua, puesto que provocaremos su muerte.

Si hay otras personas alrededor debemos informar de la importancia de no tocar al animal, mantenernos en silencio para no molestarle ni agravar la situación de estrés así como la enfermedad que pueda sufrir. Por supuesto, tampoco debemos iluminar al animal con linternas, flashes o cualquier dispositivo que pueda causarle molestias.

Es fundamental que sigamos las instrucciones de los rescatistas.