La relación entre la violencia de género y la violencia hacia los animales es una cuestión sobre la que numerosos especialistas se han pronunciado, subrayando que el maltrato a los animales es un indicador de otros tipos de violencia interpersonal.

Es por ello que muchas víctimas de violencia de género confiesan también situaciones de violencia o maltrato hacia sus animales, como forma de control hacia ellas. Esto supone que el sufrimiento que se causa a la víctima se agrave, al constatar el maltrato hacia sus animales.

Nos encontramos con una situación de violencia que afecta tanto a personas como a animales, por lo que las «soluciones» o remedios que deben tomarse respecto de ésta deben incluir a ambos: personas y animales.

En esta línea trabaja desde hace años un proyecto pionero en la materia: Viopet, que brinda la oportunidad a mujeres víctimas de violencia de género de no separarse de los animales con los que conviven, en el caso de que tengan que abandonar su domicilio habitual. Es bien sabido que los recursos públicos como las casas de acogida no suelen contemplar la protección o amparo a estos animales que, al fin y al cabo, también son víctimas de violencia. Se pretende eliminar la desprotección que las víctimas sufren cuando tienen que separarse de sus animales por no estar contemplados en protocolos de actuación o recursos.

Recientemente, y tras la puesta en marcha de la Dirección General de Derechos de los Animales -integrada en el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030-, se ha planteado la colaboración entre esta Dirección y el programa Viopet, para garantizar la protección y cuidado de estos animales, como medida asistencial en situaciones de violencia de género. La importancia de esta «alianza» viene a suponer el reconocimiento y necesidad de contemplar e incluir a los animales en los sistemas de protección de las víctimas de violencia de género, como medida generalizada y no dependiente exclusivamente de los ayuntamientos.