Mi gato no para de estornudar continuamente y, además, tiene muchos mocos. Los síntomas son parecidos a lo de un resfriado humano. La verdad es que estoy preocupada porque cada vez lo veo peor. ¿Qué puede estar ocurriéndole?

Vamos por partes. Por un lado, los gatos estornudan igual que nosotros y, en principio, el que lo hagan no es preocupante. El proceso que causan los mismos es idéntico al nuestro, y la causa también. Se trata de vaciar aquello que molesta en la membrana mucosa. Otra cosa es si, además, presenta mucosidad o secreciones en los ojos y lo ves muy apático. En ese caso, debes llevarlo a tu veterinario para que lo examine. Muchas de las infecciones que ocasionan dichos síntomas tienen un origen vírico. Te sonará el nombre de enfermedades como el herpevirus o el calicivirus felino. Son transmitidas por contacto con otros gatos y pueden prevenirse con la vacunación aunque, también, existen otras enfermedades que pueden provocar dichos síntomas. Por eso, cuanto antes, debes llevarlo a tu clínica de confianza para que se pueda llegar a un diagnóstico concluyente y comenzar con el tratamiento adecuado.