Pocos premios valen más que el valor de la confianza que te entrega un ser completamente aterrorizado y traumatizado, por el daño que le han hecho otros de tu especie.Cuando trabajas altruistamente dentro de la protección animal, por desgracia es muy alto el número de animales con los que te encuentras que tienen pánico a los seres humanos.

Tanto los animales que son rescatados porque han sido víctimas de malos tratos, como los que han sido abandonados o los que pertenecen a colonias felinas, de una forma u otra han sido agredidos y/o amenazados por personas. Esto hace que presenten un estado de terror, en algunos casos extremo, que puede ser generalizado o específico hacia los seres humanos.

Por eso, cuando te encuentras con ellos, percibes el miedo en sus ojos y su corazoncito encogido por la mezcla del miedo y el dolor que por nuestra culpa han sentido. Son seres rotos en mil pedazos y que ahora otro con el mismo aspecto que su verdugo, tiene que sanar. Pero sólo los que tienen la capacidad de respetar y comprender este tipo de procesos tan complejos, pueden encargarse de una labor tan ardua como importante. No obstante, si decides hacerlo y lo consigues, se convierte en la experiencia más maravillosa y gratificante que puedes vivir. Además, añadimos el hecho de que este tipo de animales son poco atractivos para personas superficiales y éstas son la mayoría, por lo que sus posibilidades son muy reducidas. Pero si tú eres una persona que se mueve empujada por lo que su corazón le indica, si quieres poner a prueba tu valentía y tu capacidad de superación, te animo a que de una forma u otra, elijas a uno de estos animales tan especiales y les ayudes, porque te sorprenderás del mundo que se abrirá ante de ti. Cuando consigas empezar a reparar todo el daño que presentan, cuando sientas que el dolor se empieza a disipar, cuando te entreguen lo que para ellos es lo más valioso que es su capacidad de confiar, abandonarán el miedo para dejarse querer, y de repente eso se convertirá en el mejor premio que puedas imaginar.