La pregunta de los lectores: Mi gato se pasa la vida lamiéndose todo el cuerpo. Lo peor es que, a veces, cuando termina, comienza a lamerme a mí también la mano y me hace daño porque su lengua pincha muchísimo. Parece que tenga espinas. ¿Es normal?

Pues sí, es normal. La lengua de los gatos es muy curiosa. Por ejemplo, está repleta de una especie de espinas que terminan en punta que son las papilas. Su tacto es áspero y rugoso. Sin embargo, esa curiosa forma les sirve, además de para beber, para asearse dado que, gracias a ella, pueden retener en la lengua gran cantidad de saliva con la que luego se atusan el pelo y regulan su temperatura corporal. No obstante, para ello es necesario que lleguen con la lengua hasta su piel. Por eso, para algunas razas de pelo largo como los persas, este aseo es más complicado. En tu caso, seguramente, cuando tu gato termina con el aseo de su piel continúa también con el de la tuya. Con ello, en realidad, persigue establecer lazos emocionales contigo y demostrarte su cariño.