Tengo un perro al que le encanta que le ponga abrigos. Parece pedirme que le lleve a la tienda y le compre el último modelo porque, cuando intento quitárselo, siempre me gruñe y no quiere. ¿Es malo que siempre lleve alguno puesto?

La verdad es que muchos perros, especialmente en el caso de algunas razas, han perdido su capacidad natural de hacer frente al frío. En este tema han influido mucho, por un lado, los cruces realizados por el hombre buscando perros con determinadas características físicas, especialmente aquellos de pequeño tamaño y pelo corto.

Y, por otro, los lavados frecuentes que reciben nuestros animales y que también les desprotegen ante las bajas temperaturas. Por eso, si les ponemos un abrigo, es esencial que le resulte cómodo y no limite sus movimientos. También es importante que tenga el menor número posible de costuras para evitar roces. Por último, mantén su higiene siempre al día y que su piel se airee para evitar posibles problemas.