Este artículo es una reflexión a la cual he llegado durante estas Navidades. He terminado el año llevando a cabo proyectos importantes, que han hecho que bastantes personas dentro del animalismo me feliciten. He sentido que han reforzado mucho las decisiones que he tomado y, al mismo tiempo, que mi trabajo y mi esfuerzo han sido valorados de forma muy positiva. Algunas de personas me han llegado a transmitir que me veían casi como si fuese una especie de 'heroína' dentro del mundo de la protección animal. Pero, por otro lado, las Navidades son un momento bastante difícil para las personas que somos veganas y activistas, puesto que es una fuente muy frecuente de discusión con familiares. En este caso, mi propia familia me colocaba precisamente en la posición opuesta a la que explicaba anteriormente. Para ellos, soy «la loca» que le da demasiada importancia a cosas que no la tienen como los animales. Y ahí surge una ambivalencia en relación a la percepción que los demás tienen de mí. Esta situación me ha hecho darme cuenta de que ninguna de las dos es real. Ni soy una heroína ni estoy loca.

Esto también ocurre cuando te conoce mucha gente dentro del mundo animalista y unos hablan fenomenal de ti, mientras que otros te critican. Para algunas personas eres maravillosa, mientras que para otras no lo eres tanto.

Es muy importante ser lo más objetivos posible con el autoconcepto que tenemos de nosotros mismos, y que esté lo mínimamente marcado por lo que los demás piensan. Porque dependiendo de la perspectiva con la que nos miren, nos trasladarán de un extremo a otro.

Por eso, debemos estar seguros de nosotros mismos y de quiénes somos realmente, porque si no, nos puede afectar de forma tóxica. Pueden ocurrir dos cosas, o bien elevar desmesuradamente nuestro ego o hacernos sentir muy mal de forma injusta. Si estamos convencidos de nuestra forma de actuar y, al mismo tiempo, tenemos la suficiente humildad como para reconocer nuestros errores y mejorar, nada ni nadie podrá ni deberá alterar nuestra autoestima ni nuestro autoconcepto.