Cada año por estas fechas nos llegan noticias de animales perdidos, atropellados o incluso con problemas de salud provocados por el uso de pirotecnia en las fiestas de despedida del año.

No solo los animales sufren el ruido, también personas enfermas, niños con autismo y ancianos.

Este tipo de situaciones hace que se pongan encima de la mesa el eterno debate sobre la prohibición del uso de pirotecnia con ruido y las alternativas que algunos municipios han adoptado en relación con la prohibición.

Como se trata de un tema que genera bastante controversia a mi juicio deben analizarse otro tipo de opciones que sirvan de forma progresiva a la utilización de pirotecnia sin ruido.

Entre las opciones 'intermedias' nos encontramos con la posibilidad de regular el uso de pirotecnia y establecer una serie de normas y requisitos para su utilización. En este caso, nos podríamos referir a la opción de algunos ayuntamientos de prohibir la pirotecnia en espacios públicos y permitirla únicamente en espacios o lugares de uso privado.

De igual forma, se puede limitar temporalmente su uso, estableciendo un horario en que se permita la pirotecnia y la prohibición de su uso fuera del mismo.

Este tipo de condiciones permiten a aquellas personas que tengan a su cargo el cuidado del animal poder prever este tipo de ruidos y tomar las medidas de protección del animal que sean necesarias, evitando situaciones de peligro y estrés para éste. Este tipo de soluciones no solo buscan proteger a los animales sino también mejorar la convivencia con aquellos que no comparten su vida con un animal.