Australia ha aprobado una ley de bienestar animal para el Territorio de la Capital Australiana en la que reconoce el estatus de los animales como seres con sentimientos y emociones que pueden percibir el mundo que les rodea y establece el deber de las personas de cuidar su bienestar físico y mental.

La referida ley tiene por objeto promover y proteger el bienestar de los animales; darles el mejor trato y cuidado; prevenir y luchar contra la crueldad y maltrato a los animales y endurecer las leyes.

Dentro del objetivo de promover y garantizar el bienestar de los animales se menciona la obligación de pasear al menos una vez a los perros cada día.

Resulta llamativo que una ley disponga que los perros deben al menos salir a pasear una vez cada veinticuatro horas para garantizar su bienestar físico y mental. Sin embargo, no podemos olvidar que muchos animales no gozan de un mínimo ejercicio físico diario, ni paseos, sino que viven en espacios diminutos o encadenados toda su vida.

La consecuencia de la falta de ejercicio físico en muchas ocasiones es la agresividad, ansiedad, mal comportamiento, que seguro que desaparecería con una atención adecuada al animal y con una mínima dedicación de tiempo por parte de las personas responsables de ellos o sus cuidadores.

Gran número de los incidentes que ocurren con perros se deben a una falta de dedicación por parte de las personas responsables de ellos, que derivan en problemas de ansiedad y/o agresividad. Por ello, en mi opinión, resulta importante el reconocimiento de la importancia del ejercicio físico o paseos para los animales, con el fin de garantizar su equilibrio y bienestar.