Sitúense: Pirineo Oscense. Una familia decide dar una vuelta. Es mayo pero todo está nevado. De pronto, junto a las pistas de esquí de Astún, una pisada llama su atención. Es una huella gigantesca de un hombre.

Hasta ahí, aunque la nieve no es un elemento muy propicio para andar descalzo, todo normal. Sin embargo, el tamaño tan descomunal de la misma con el dedo gordo especialmente desproporcionado y la enorme distancia entre las pisadas, la hacían incompatible con la de un ser humano. Sin embargo y pese a que todo era muy extraño, no era la primera vez que veían algo parecido. Carlos, el padre de la familia, en una ladera opuesta y junto a un grupo de amigos, había encontrado una huella parecida años antes.

En aquella ocasión no hizo nada pero, esta vez, quiso saber cuál era el origen de la misma. Dio aviso a las autoridades, y diferentes técnicos y profesores de la universidad, acudieron al lugar. Las huellas fueron estudiadas, fotografiadas y se tomaron muestras genéticas. Tras muchos estudios se concluyó que, si bien no era posible llegar a una solución concreta, todo apuntaba a que el responsable de las mismas debía ser un primate de gran tamaño.

Inmediatamente saltó la alarma y se comprobó si, en alguno de los zoos cercanos, había huido algún chimpancé, orangután o gorila. Todas las respuestas fueron negativas. Entonces, ¿de qué animal se trataba?

Evidentemente, la historia, ya entonces, recordó a todas las que siempre han circulado sobre esa mezcla entre hombre, gorila y oso conocido como Yeti, Bigfoot o El abominable hombre de las nieves. Lo raro es que, esta vez, se trataba de España.

A día de hoy, sigue sin saberse el origen de aquella huella. Para algunos, seguramente, será la prueba de que existen animales desconocidos o, incluso, que aún quedan con vida algunos ejemplares de otros que se creen extinguidos, quizás como el famoso Gigantopithecus, el simio más grande que ha poblado la tierra.

Sin embargo, viendo los animales que llega a tener la gente viviendo en sus casas y habiendo conocido a personas que tienen en sus pisos leones, tigres y hasta osos ¿Quién nos dice que no exista alguna allí con un gorila como animal de compañía? Al fin y al cabo, es cierto que el mundo está lleno de misterios pero, el principal, siempre es el ser humano.