Mi perro es un caso. Cuando le rasco en el lomo o en la zona de la barriga, se pone a mover compulsivamente la pata como si le hiciera cosquillas. Parece, enteramente, que esté tocando la guitarra. ¿Por qué lo hace?

En realidad, es algo habitual en todos los perros. Se trata de un movimiento reflejo que no pueden controlar y que se produce porque, al rascar al animal, se activan las terminaciones nerviosas que se encuentran en la piel y mandan señales a las patas traseras que, al recibirlas, responden de esa forma tan peculiar.

Sin embargo, no deja de ser un mecanismo natural para poder quitarse hojas, ramas o pequeñas espigas que pudieran quedarse pinchadas en su cuerpo. Hoy en día, salvo que paseen por zonas de campo, evidentemente no necesitan usarlo, pero, por lo que pueda pasar, sigue intacto como el primer día. Está claro que, en el caso de tu perro, se activa como un reloj cuando recibe un estímulo externo, en este caso, tu mano.