Allá donde lo anterior se ha producido, los animales han perdido una oportunidad histórica. Sobre todo, porque en las pasadas elecciones municipales fueron muchos los partidos que prometieron mejoras significativas en la protección animal. Sin embargo, cuatro años más tarde, la realidad es que fueron sólo eso, promesas.

Sacar adelante, por ejemplo, nuevas normativas más proteccionistas en esos municipios ha sido un imposible. Siempre ha pesado más el protagonismo de quien las impulsaba que los animales a los que se intentaba ayudar.

Lo mismo ha pasado con el abandono. Sí, en general se ha realizado una amplia labor de difusión de animales en busca de hogar pero, realmente, ¿qué campañas o medidas efectivas se han tomado para que se les dejara de abandonar?

Por otro lado, las iniciativas contra el maltrato animal también han brillado por su ausencia. Los políticos se han limitado a aparecer en los casos más mediáticos buscando la foto más llamativa. Sin embargo, ha sido el Seprona, como siempre, el que ha tenido que resolver esos otros casos de animales maltratados que a nadie interesaban por carecer de publicidad en los medios o movimiento en las redes.

Así que, visto lo visto, qué quieren que les diga, cuando lleguemos a las próximas elecciones lo único que habrá quedado, una vez más, será una infinita decepción, muchas promesas incumplidas, muchos políticos vacíos, más asesores incapaces, un buen número de enchufados y, sobre todo, unos sueldos increíbles que se han despachado, con los que nunca hubieran soñado. Sin embargo, no se engañen, una vez más, por los animales, salvo el ridículo, nada se habrá hecho.

Nota: Sres. Políticos, se lo ruego, déjenme un día hablar bien de ustedes. Aún faltan cuatro meses hasta las próximas elecciones. Queda tiempo para ayudar a los animales. Ellos lo merecen y lo necesitan. No lo olviden y, sobre todo, por favor, no les olviden.