Querida amiga paloma, admiro tu humildad, pues posees las cualidades más importantes y aun así caminas por la vida sin la necesidad de tener nada que demostrar. Osaste volar, que es lo único que no puede hacer el ser humano. Pero tu mayor provocación fue convertirte en el símbolo de la paz, el talón de Aquiles de los que desgraciadamente gobiernan el mundo€ La frescura de tu alma y la delicadeza de tus plumas se tornan invisibles para los que carecen de sensibilidad, ante la pureza de los corazones que no necesitan dañar a otros para demostrar una supuesta superioridad. Te comparan con tus hermanas roedoras como si eso para ti fuese un insulto... ¡Cómo se nota que ellos no valoran su importante labor! Para ti es un elogio parecerte a ellas, porque lo que sí es verdaderamente despreciable es un ser que mira de forma déspota a los que, sin causar ningún mal, únicamente sobreviven ante su voraz destrucción de lo más importante, la naturaleza.

¿Cómo podríamos explicarles a aquellos que te rechazan, que tu carácter afable y distraído ante tanta maldad es algo que debería envidiarse y no al revés? ¿Cómo podríamos, amiga paloma, transmitirles que su visión sólo alimenta un ego desmedido que tanto daño hace a la sociedad? Un día podemos pasear juntos y que tú les enseñes tu verdad, la que sólo un animal noble y humilde puede proporcionar. ¿Crees que serán capaces de dejar que su corazón les permita dejarse llevar sin juzgar?

El verdadero problema lo tienen ellos y tú, con tu sencilla vida, en nada les tienes que envidiar. Ya que son ellos los que confunden el valor de las cosas y se equivocan al elegir la prioridad.

Y sin más me despido, amiga paloma, sólo añadir que para algunas personas sí eres importante. Que vamos a estar a tu lado siempre que lo necesites para ayudarte. Que lucharemos por que tu imagen cambie y tu valor sea el que de verdad te corresponde, puesto que para mí no es ninguna casualidad que un ser tan bello y amable sea el símbolo de la Paz.