La pregunta de los lectores: Adopté hace unos meses un gatito blanco. Está muy bien. Es muy juguetón y lo veo feliz, pero desde hace unas semanas ha comenzado a perder pelo en la zona de las orejas y prácticamente ya no le queda. Además, me da la sensación cuando se las toco de que las tiene muy calientes. ¿Es eso normal?

En primer lugar, nos gustaría felicitarte y darte las gracias por haberle dado una oportunidad a un gato abandonado. Siempre es una buena noticia que nos llena de esperanza. Respecto a lo que nos preguntas, es importante saber que las orejas son órganos muy sensibles y delicados en la mayoría de los animales. En el caso de los gatos, además, son esenciales por el oído tan desarrollado que poseen. Fíjate que cada una de sus orejas la componen más de 30 músculos y que, además, pueden llegar a girarlas más de 180 grados. Eso les permite multiplicar su capacidad auditiva. En el caso de tu gato, está claro que el animal está teniendo un problema. Con los datos que nos das, lo más normal es que se trate de una alergia y, probablemente, al sol. En ese caso, estaríamos ante una dermatitis solar a la que, además, son muy propensos los gatos blancos o de color claro. Esta enfermedad, en realidad, lo que le provoca son quemaduras en distintas zonas de la cara, pero que, especialmente, se hacen más visibles en la zona de las orejas. En cualquier caso, tampoco podríamos descartar que se tratara, por ejemplo, de una otitis. Por eso, lo mejor es que acudas a tu veterinario para que pueda diferenciar si se trata de un problema alérgico, parasitario o infeccioso y, en consecuencia, poner el tratamiento adecuado.