Rocco Siffredi y Nacho Vidal se sientan en la cafetería de su hotel para atender a la prensa un día antes de ofrecer un show pornográfico en la discoteca Privilege, en Ibiza. Les acompaña Marta, una actriz catalana de 23 años que lleva solo cuatro meses en la profesión y de la que el español habla maravillas. La conversación entre los profesionales del cine para adultos difiere mucho de las habituales charlas de sobremesa y, si alguien hubiera ocupado la mesa contigua, a buen seguro se hubiera sorprendido.

La joven pregunta si para hacer carrera debería animarse a grabar escenas de sexo anal. Los veteranos, con décadas de trabajo y más de un millar de películas a sus espaldas, le aseguran que en Estados Unidos hay muchas estrellas del porno femeninas que se niegan a hacerlo, pero que en Europa es prácticamente requisito imprescindible y señal de profesionalidad y versatilidad. Los propietarios de dos de los penes más cotizados del mundo del sexo hablan sin tapujos.

Hace ocho años que Nacho Vidal anunció que dejaba el mundo del porno. Hipotéticamente Siffredi se dedica ahora a dirigir y producir películas, pero los dos reconocen que les cuesta estar lejos de los focos. "Cuando tienes un nombre importante en la industria como Rocco, TT Boy o Ron Jeremy, tus fans quieren verte follar. No les interesas como director.Rocco Siffredi: "Internet hace que ahora sea ridícula una escena de cine en la que después de acostarse con el chico la protagonista se levanta y se tapa con la sábana. ¿Tú haces eso en tu casa?"

Es difícil para nosotros dejar de estar delante de la cámara", afirma el taladrador de Mataró para justificar esa eterna despedida que nunca acaba de materializarse. Siffredi añade que él prefiere estar delante porque la nueva generación de actores "es muy diferente". "Es una gran mierda", apostilla su alumno, menos diplomático.

El italiano de los 23 centímetros considera que los jóvenes no tienen pasión y le frustra dirigirlos. "Me voy a casa cansado, nervioso y sin un producto bueno. La vida es más fácil si me pongo delante de la cámara. Los fans están contentos y las escenas quedan como yo quiero", confiesa el actor, que casi con 50 años sigue grabando películas.

El fornicador más famoso del mundo, con permiso de Casanova, asegura que Vidal ha sido el mejor, después de él. "Puedes mirarle follar y te encanta. No hay muchos chicos así", reconoce. Su discípulo tiene el mismo problema y ha optado por contratar solo actrices en sus producciones y protagonizarlas todas él mismo. "Alguna vez que he usado a un actor, he empezado una escena y a los diez minutos le he dicho: toma 100 euros y vete a tu casa que ya me pongo yo".Nacho Vidal: "Alguna vez he usado un actor, he empezado una escena y a los diez minutos le he dicho ´toma 100 euros y vete a tu casa que me pongo yo"

Las dos estrellas del porno lamentan que internet, donde es posible acceder a millones de escenas de sexo gratuitamente, ha cambiado por completo la industria del porno. "Antes había un pastel que nos repartíamos entre muchos actores, ahora se lo reparten cuatro productoras. Cobro un 85% menos por mis películas, con lo que gano en el porno solo me da para pagar el teléfono y la comida de mis caballos. Mis ingresos proceden de otras empresas", explica el catalán, bajo cuyo nombre se comercializan todo tipo de consoladores, perfume, vigorizantes, preservativos, lubrificantes?

Ambos defienden que la industria pornográfica no es machista, que un pene no vale más que una vagina, que ellas cobran más y que hay muchas más pornostar femeninas que masculinas. La "pornografía para mujeres" despierta el lado más irónico del catalán: "¿Qué es eso? ¿que al final se casan?". Considera absurda esta distinción por géneros y defiende que el porno no es "ni para hombres ni para mujeres, es para personas". "Te puede gustar ser activo o pasivo seas hombre o mujer. La pornografía no es machista ni feminista, es para seres humanos, y el que no lo vea así es que tiene un prejuicio", insiste.

Niega que en sus películas o en las de Siffredi el macho sea siempre dominante. Rocco asegura que la impresión que ofrecen las películas se debe a que es "muy activo". "El 90 por ciento de las mujeres tiene naturaleza pasiva", afirma basándose en sus propias experiencias. "Les gusta el macho alfa", le refuerza su aprendiz. Vidal considera que la gente cree que lo que ocurre en las películas pornográficas es real: "Él y yo somos asesinos de mujeres por las películas que hacemos. Yo les digo que se vayan a Robert de Niro o Al Pacino y les digan que son camellos y mafiosos".

Siffredi opina que si esto ocurre es porque trabajan con el sexo, un tema que entiende todavía tabú y añade que en Hollywood están comenzado ahora a relegar el puritanismo con el que se trataban ciertas escenas: "La pornografía en internet hace que ahora sea ridícula una escena en la que después de acostarse con el chico la protagonista se levanta y se cubre con la sábana. ¿Tú haces eso en tu casa?".

Los dos aseguran que se han vuelto aburridos, que sus películas ya no son como las de antes y que les cuesta ser agresivos con sus partenaires. "Me he dado cuenta de que los jóvenes miran porno para aprender a follar y por eso, desde hace cuatro meses, ruedo mis películas con preservativo", alecciona un Vidal que solo ha tardado 20 años en usarlo.