Tras romperse la tibia y el peroné el 25 de abril en directo tras una caída 'tonta' en 'Sálvame', Belén Esteban era por fin operada de su lesión el pasado viernes, por lo que hoy se cumple justo una semana de su paso por quirófano.

A pesar de que la información sobre la colaboradora se conoce con cuentagotas - ya que no está atravesando por un momento fácil precisamente - este lunes era su programa el encargado de darnos la última hora sobre su estado de salud. Tal y como desvelaba el reportero Sergi Ferrer tras visitarla en el hospital, Belén está hundida y con fuertes dolores; y la operación, aunque todo un éxito, había sido más complicada de lo que en un principio se esperaba, ya que el peroné estaba roto en varios trozos, como si de un cristal estallado se tratase.

Con calmantes para sobrellevar sus intensas molestias, la 'princesa del pueblo' no tendría ni ganas ni fuerzas para contestar al teléfono y, a pesar de sus deseos de volver a casa, su ingreso se alargaría diez días más por precaución, ya que la pierna estaba totalmente amoratada y conectada a una máquina para drenar líquido y facilitar la recuperación.

Desde entonces no hemos sabido nada de Belén, pero ahora su marido, Miguel Marcos, deja a un lado su habitual timidez y discreción para contar cómo se encuentra la colaboradora y desvelar que, por el momento, no va a recibir el alta hospitalaria. "Poco a poco, poco a poco. Está un poquito animada pero le queda por delante una larga temporada hasta que se recupere completamente", asegura el marido de la colabora de 'Sálvame', que añade que "la diabetes no ayuda, entonces tiene que tener un cuidado un poco más especial".