Brasil perdió este sábado al compositor y guitarrista Joao Gilberto, de 88 años, considerado como uno de los padres del exitoso género de la bossa nova junto a otras dos emblemáticas figuras que cautivaron al mundo: Vinícius de Moraes (1913-1980) y Tom Jobim (1927-1994).

El músico, nacido el 10 de junio de 1931 en Juazeiro (nordeste de Brasil), falleció en Río de Janeiro tras un triste final de vida, marcado por problemas judiciales y financieros y una disputa familiar.

La muerte del compositor, a quien hace años que no se le veía en público, deja sin padres a la bossa nova, el género nacido en las playas de Rio derivado de la samba e influenciado por el jazz que se convirtió en imagen internacional de Brasil.

João Gilberto saltó a la fama en 1958, a los 25 años, cuando grabó Chega de saudade, Desafinado y otras canciones que se convirtieron en referentes de este nuevo estilo.

En su carrera lanzó un total de 13 discos de estudio y cuatro en directo, entre ellos O amor, o sorriso e a flor (1960), João Gilberto (1961) y Getz/Gilberto (1964) junto con el saxofonista estadounidense Stan Getz.

Desde 2017 estaba inmerso en un contencioso con su familia y su hija, la también cantante Bebel Gilberto, impulsó un proceso de desahucio contra su padre ante su avanzada edad y su precaria situación económica. Finalmente fue desalojado en 2018 del apartamento en el que vivía en el sur de Río de Janeiro.

El fallecimiento del autor ha conmovido al círculo artístico brasileño. El cantautor Caetano Veloso, uno de sus tantos discípulos, recordó en declaraciones recogidas por medios locales que Joao Gilberto "llegó en el momento exacto" a su vida y "dio sentido profundo a la percepción de las artes en cualquier nivel".

La cantante Gal Costa, entre otros tantos artistas, afirmó a través de sus redes sociales que la cultura brasileña está de luto al perder una "personalidad legendaria", al "padre de la bossa nova".

Gilberto Gil, otro artista influenciado por el legado de Joao Gilberto, rescató un vídeo en el que recuerda la primera vez que escuchó la "voz suave", "las notas lisas" y la guitarra del maestro. "Nunca había escuchado una guitarra ser tocada de esa manera", aseguró Gilberto.