Cinco años después de la muerte de Mario Biondo, la familia del cámara italiano sigue luchando por descubrir lo que ellos consideran la verdad del caso. Y es que la sentencia de la justicia española, donde se consideraba el suicido como la causa de la muerte del marido de Raquel Sánchez Silva, nunca les convenció.

Desde ese fatídico mes de mayo de 2013, los padres de Mario han invertido todo su tiempo y dinero para devolver este caso a la justicia y tratar de descubrir qué sucedió esa noche en el apartamento que compartía el matrimonio en Madrid. Como os recordamos, fue una empleada de hogar la que encontró el cuerpo sin vida del italiano, ya que ese día Raquel Sánchez Silvia se encontraba de viaje y fue alertada de la ausencia de su marido en el trabajo por sus compañeros de MasterChef, programa donde trabajaba como operador de cámara.

Aunque en un primer momento, la justicia española cerró el caso al considerar la muerte de Mario como un "fatal accidente", sus padres han conseguido que en Italia este se reabra. Tras realizar una segunda autopsia en su país natal, La Vanguardia ha informado este martes que la familia Biondo ha conseguido una tercera prueba gracias a Roberto Scarpinato y Domenico Gozzo, estos "al frente de la Fiscalía General de Palermo, nombrarán el próximo día 5 de noviembre a un equipo de peritos oficiales que llevarán a cabo la tercera autopsia".

Esta nueva revisión del cuerpo embalsamado del marido de Raquel Sánchez Silva será fundamental para establecer las causas de su muerte. Pues como los padres de Biondo llevan defendiendo durante cinco años: "Nuestro hijo fue asesinado. Alguien ha querido silenciarlo porque había descubierto algo muy importante y grave".

Raquel Sánchez Silva y los Biondo, dos partes en pie de guerra

Aunque en un primer momento Raquel Sánchez Silva y su familia política hicieron piña para superar el tremendo dolor, pronto la relación comenzó a fracturarse. Los suegros de la presentadora se empezaron a mover en contra de la resolución de la justicia española, una situación que llevó a distanciar de forma completa a ambas partes.

Dos años después, Raquel y sus suegros se enfrentaron en los tribunales después de que la española interpusiese una demanda contra los ellos y la hermana de Mario por vejaciones e insultos en redes sociales tales como "viuda alegre" o "cínica". Las partes se volvieron a ver en los juzgados de Plaza Castilla de Madrid y el juez falló contra los Biondo, condenándolos a pagar 3.000 euros a Sánchez Silva en concepto de daños morales.

Veinticuatro meses más tarde, Raquel Sánchez Silva no quiere saber nada de la que fue su familia política. Centrada en su trabajo y en la familia que ha formado con Matías Dumont, la presentadora de Maestros de la costura ha pasado página a una historia que se reabre el próximo mes de noviembre.