El centrocampista de Los Angeles Galaxy, de 32 años, celebró en el lujoso restaurante Swanky Baccarat el logro de convertirse en el quinto jugador británico en jugar cien partidos con la camiseta de su país.

Beckham fue recibido con aplausos a su llegada al restaurante, donde, según la información, ningún miembro de la familia brindó con champán.

"David (Beckham) estaba contento y sonreía a pesar de que Inglaterra perdió contra Francia", señaló un asistente a la publicación.

En el estadio francés, su esposa, Victoria Beckham, los tres hijos del matrimonio -que posteriormente no acudieron a la cena-, sus padres -que están divorciados- y sus dos hermanas compartieron desde un palco VIP este momento tan especial en la carrera profesional del jugador de Los Ángeles Galaxy.