Doña Letizia ha clausurado con estas palabras el I Congreso Internacional de la Televisión y la Infancia organizado por el Instituto de Estudios de la Democracia de la Universidad San Pablo CEU.

Esta es la tercera vez que la Princesa pronuncia un discurso en público y, en este caso, ha sido sobre comunicación y ante estudiantes, la mayoría de Periodismo, una profesión que ejerció antes de casarse con Don Felipe.

Las otras dos veces que ha hablado fue en actos oficiales castrenses en Logroño y en Motril (Granada).

Doña Letizia ha señalado que "formamos parte del entorno familiar, educativo y social en el que nuestros niños se forman y desenvuelven, un entorno en el adquirirán los valores y principios necesarios para su desarrollo como personas respetuosas y responsables".

Ha recordado que las estadísticas muestran "que los niños son grandes consumidores de televisión. Y vosotros, los expertos, hace mucho que llamáis la atención sobre el hecho de que un consumo elevado resta tiempo a otras actividades de ocio y educación".

"Nos parecen asuntos de máxima importancia por cómo afectan en la formación de quienes mañana serán los hombres y mujeres que definirán nuestra sociedad del futuro", ha añadido.

Tras la clausura del Congreso, la Princesa charló de forma distendida y se fotografió durante casi una hora con los estudiantes del CEU que, según comentó Doña Letizia, le preguntaron "de todo": sobre periodismo, la Familia Real, la institución de la Corona, sobre sus hijas y sobre cómo se encontraba ella misma.

Preguntada por los periodistas por si este momento le había recordado a su época de estudiante de Periodismo, Doña Letizia comentó que habían cambiado mucho las cosas desde entonces.

En este acto de clausura también intervino el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Arturo Canalda, quien ha recomendado que los niños no vean solos la televisión, que no interfiera en el descanso ni ocupe el tiempo dedicado a otros entretenimientos y que no haya un aparato de televisión en las habitaciones de pequeños y adolescentes.

Para Canalda, "es posible una televisión divertida, de entretenimiento, educativa, rentable y compatible con los valores humanos" y criticó las parrillas de programación de las televisiones que apenas incluyen programas infantiles y juveniles y ocupan los horarios de tarde con "realitys" y programas donde prima "la infidelidad, la traición, el sexo, el lenguaje soez o la violencia".

Las cadenas deben apostar por la calidad y aumentar la programación dirigida a los más pequeños en horarios adecuados, que no tienen que estar reñidos con el entretenimiento, mientras que los informativos deben tratar a la infancia y adolescencia desde una vertiente "más positiva", ha señalado.

El Defensor del Menor también ha destacado "los graves perjuicios" que sufren los niños por difundir su imagen o datos de sus vidas privadas y, en este sentido, señaló que los hijos de personajes famosos deben ser igualmente preservados al no ser responsables de lo que hagan sus padres.

Según datos de 2006, más del 90 por ciento de los hogares españoles cuentan con aparato de televisión con un consumo medio de 217 minutos diarios. Un 50 por ciento de menores de 12 a 16 años tienen televisión en su dormitorio y el 31 por ciento con edades comprendidas entre los 4 y 12 años.