La sentencia de la Sección Séptima, a la que tuvo acceso Europa Press, considera probado que Cayetana de Alba dijo ante las cámaras de televisión que: "Unos cuantos locos me dan igual y todos los que estaban allí son unos delincuentes", en un momento en el que "se encontraba alterada por los momentos vividos con anterioridad en los que era criticada y vilipendiada en un día que, en principio, debía ser de satisfacción personal", ya que recibía el galardón de hija predilecta de Andalucía.

Así, el magistrado puntualiza que, en la mañana del 28 de febrero de 2006 en el Teatro de la Maestranza de la capital hispalense con motivo de la entrega de los premios que otorga anualmente la Junta de Andalucía, algunos sectores sociales, entre los que se encontraba el SOC, mostraron su desacuerdo con el nombramiento de Cayetana Fitz James por lo que convocaron una concentración en la puerta del citado teatro.

A la manifestación acudieron unas 1.000 personas que exhibieron pancartas que criticaban el nombramiento de Cayetana de Alba como hija predilecta de Andalucía, "siendo abucheada por los concentrados cuando entró al teatro".

En esta línea, la sentencia no considera que el día 1 de marzo la acusada repitiera tales afirmaciones como aseguraba el representante del SOC, Diego Cañamero.

LA QUERELLA.

El SOC presentó el pasado 15 de mayo ante el Juzgado de Guardia una querella criminal contra la duquesa de Alba. El juicio de falta se celebró el 15 de septiembre, sin la presencia de la duquesa, que al parecer había sufrido una lesión en el brazo que le impedía acudir a la vista, a la que no estaba obligada a ir al tratarse de un juicio de falta. En el mismo, la juez no aceptó como prueba las grabaciones en vídeo de la duquesa en ciertos medios televisivos, propuesta por la acusación.

En la querella el SOC afirmaba que la duquesa se refirió supuestamente el 28-F a los trabajadores y afiliados del SOC, que se habían manifestado contra su declaración de 'hija Predilecta de Andalucía', llamándoles "delincuentes, gentuza y cuatro locos", incitando "públicamente y por televisión al rechazo social, desprecio y vejación del SOC" con las referidas declaraciones.

Por estos hechos el SOC solicitaba una multa de 20 días a razón de 1.000 euros diarios, es decir, un total de 20.000 euros por una presunta falta de injurias.