En la edición de la revista que se pone a la venta mañana, la actriz, de 22 años, confiesa que lo primero que hace nada más levantarse es "hacer café, comerme unas tostadas y mirarme en el espejo".

Asimismo, desmiente por enésima vez los rumores que vinculan su acusada delgadez con un desorden de orden alimenticio.

"Quiero dejar muy claro que no padezco ni anorexia ni bulimia ni nada de lo que me atribuye la prensa inglesa. No he hecho una dieta en mi vida. Las odio", sostiene la intérprete.

Knightley, que fue descubierta por el público como una jugadora de fútbol en la modesta "Quiero ser como Beckham" (2002), consiguió una candidatura como Mejor Actriz en los Oscar de 2005 por su interpretación de Elizabeth Bennet en "Orgullo y prejuicio", de Joe Wright, basada en la novela homónima de Jane Austen.

Sin embargo, la actriz es una figura asidua en la prensa del corazón, que se ceba en su delgadez y en los rumores que le atribuyen anorexia, que Knightley siempre ha negado y que asegura que le molestan especialmente porque su abuela y su bisabuela sí la padecieron.