En casa, los cuchillos que empleamos son casi siempre de acero al carbono o inoxidable, pero el uso de estos materiales con el fin de cortar podría llegar a su fin.

Investigadores de la Universidad de Maryland, en EE. UU., llevan un tiempo trabajando en la creación de cuchillos de madera más afilados que los de metal y menos contaminantes.

No hay que olvidar que para fabricar el acero se necesitan grandes cantidades de energía, y además reciclarlo es problemático, empezando por una recogida selectiva en la que nadie separa el mango (de plástico) de la propia hoja del cuchillo.

La madera de tilo es la solución

A la hora de hacer cuchillos útiles y sostenibles parece que la madera de tilo es la correcta. Esta se somete a un tratamiento que consigue que los cuchillos de madera sean mucho más afilados, hecho que han demostrado en diversas pruebas realizadas por los investigadores.

Para ello, primero se da un tratamiento químico que separa la celulosa del resto de los materiales, por lo que la madera ya es mucho más moldeable. Después se somete a altas presiones durante horas y se termina dándole una mezcla de aceites minerales.

Con este tratamiento se consigue un cuchillo muy duradero, que resiste al agua y que además es muy barato comparado con los de metal, así que son todo ventajas y no deberíamos tardar en verlo en las tiendas.

Así, podríamos llegar a una situación en la que cuando el cuchillo se nos rompe, lo único que hay que hacer es tirarlo a la bolsa de los orgánicos con el fin de que se descomponga, aprovecharlo a la hora de iniciar un fuego en la chimenea o dejarlo en el campo con la tranquilidad de que va a servir para abonar al ser biodegradable.

De todas formas, habrá que tener cuidado a la hora de no generar otro problema, como sería el de la extinción de los tilos para fabricar cuchillos con su madera, aunque se pueden sembrar bosques con el fin de aprovechar su madera y hacer una gestión sostenible.