Pocos utensilios se usan más en la cocina como las sartenes y pocos se ensucian más. Limpiarlas correctamente resulta ser una tarea indispensable, no solo para tenerlas en las perfectas condiciones para cocinar, sino para que no se dañen ni estropeen. Por eso, aquí te traemos el mejor truco para limpiar de forma rápida y eficaz tus sartenes.

El truco para limpiar tus sartenes

Muchas veces, no basta con coger el estropajo y limpiar con agua y jabón la sartén, ya que puede quedarse grasa o suciedad incrustada. Sin embargo, existe un truco casero para dejar tu sartén reluciente. Para ello, únicamente se necesitan dos productos que seguro que tienes en tu casa y realizar en estos sencillos pasos.

La sartén es un utensilio que se ensucia con facilidad.

Concretamente, solo necesitas tener a mano vinagre y bicarbonato de sodio para limpiar tu sartén.

Pasos a seguir

Estos son los sencillos pasos que debes seguir para dejar tus sartenes impolutas:

  1. Primero se debe poner el bicarbonato de sodio en la sartén y cubrir su base por completo para, posteriormente, echarle un chorro de vinagre por encima. Tras esto, se debe dejar durante al menos veinte minutos que la mezcla repose.
  2. Una vez se haya dejado reposar hay que coger un estropajo y frotar por toda la superficie realizando movimientos circulares, haciéndolo con cuidado y dedicando el tiempo necesario para lograr un buen resultado.
  3. Después, se debe aclarar con agua. Si se ha frotado bien la sartén verás como ésta está reluciente y sin ningún resto de suciedad ni grasa, además de oler a limpio.

No solo limpia, también mejora tu sartén

Con la superficie de la sartén ya limpia, toca emplear otro producto presente en cualquier casa, como es la sal. Con ella, no solo se consigue limpiar el utensilio sino multiplicar sus propiedades antiadherentes. En este caso debes poner la sartén al fuego y echar tres cucharadas grandes de sal. Después, hay que dejar la sartén al fuego durante unos tres minutos, de tal forma que la sal se vaya tostando.

Una vez hecho esto, hay que retirar la sartén del fuego y dejar que se enfríe para quitar los restos con un paño. De esta forma conseguirás que las propiedades antiadherentes de las sartenes se mantengan intactas e incluso mejoren.