Las vacaciones de verano, ese período de descanso en el que nos olvidamos de trabajar y aprovechamos para relajarnos en la playa o en la piscina, son por el contrario una época de actividad febril para los llamados 'amigos de lo ajeno'. Los datos no engañan y año a año se puede comprobar que la media de robos en los hogares experimenta un aumento coincidiendo con las vacaciones estivales.

Los ladrones aprovechan que las casas se encuentran desocupadas para entrar y desvalijarlas con total tranquilidad, sobre todo en hogares que no cuentan con medidas de seguridad adecuadas.

¿Quieres irte de vacaciones y disfrutar sin preocuparte de que puedan entrar a robar en tu casa? Aquí te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a hacer de tu hogar no una fortaleza inexpugnable, pero sí un sitio más seguro contra los ladrones.

La electricidad

Un error muy común al abandonar la casa para ir de vacaciones es desconectar la electricidad. Es algo que se hace por precaución y por evitar accidentes, pero convierte en ineficaces aparatos como la alarma, que puede ser vital para detener a un ladrón. Además, esta medida también inutiliza el timbre y, aunque parezca una tontería, si un ladrón minímamente experto llama al timbre y no escucha ningún ruido, deducirá de inmediato que la electricidad está desconectada y que, por lo tanto, la casa está vacía.

Para mantener la precaución y ahorrar en consumo eléctrico, en definitiva, siempre será más recomendable desenchufar todos los aparatos no necesarios, como la televisión o la radio.

El vecino cómplice

Si tienes la suficiente confianza con algún vecino como para dejarle las llaves de tu hogar, éste se convertirá en tu mejor cómplice. Un vecino puede ser un poderoso aliado a la hora de evitar un robo. Puede entrar a tu casa de vez en cuando a regar las plantas o incluso aparcar en tu plaza de garaje.

Pequeñas acciones que contribuyen a dar la sensación de que la casa no está vacía y, por ende, a hacerla menos atractiva para los ladrones.

Cuidado con las ventanas y persianas

Cuando abandones tu casa en período vacacional, asegúrate de que las ventanas son resistentes. Hay medidas sencillas para afianzar ventanas antiguas, como las correderas o las de guillotina de madera, que se pueden asegurar con un clavo que una la ventana y el marco.

En cuanto a las persianas, dejarlas completamente bajadas es un error habitual. Esto no hace sino dar información a un posible 'caco', que al verlas desde la calle identificará el hogar como temporalmente deshabitado.

Las luces como elemento disuasorio

Es una buena idea colocar luces para ahuyentar a los ladrones. Por ejemplo, una luz fuera de casa con sensor de movimiento puede incomodar a quien intente entrar, ya que a los ladrones no les gusta ser vistos y muchos prefieren operar amparados en la oscuridad.

Para los que quieran darle una vuelta más a la idea, existen temporizadores que se pueden adquirir para programar las luces de distintas habitaciones y que se enciendan a determinadas horas. Esto dará la sensación de que la casa está ocupada en todo momento.

Los peligros del 'postureo' vacacional

En los tiempos que corren, a menudo la mejor parte de las vacaciones es dar envidia a la gente a través de las redes sociales. Pero, cuidado, esa foto tomándote un mojito en una playa paradisíaca en Punta Cana podría desembocar en pesadilla. No sería el primer ni el último caso de alguien que ha sufrido un robo tras anunciar a bombo y platillo en internet que su casa va a estar vacía unos cuantos días.

Por último, siempre cabe la posibilidad de que, a pesar de todas las precauciones, un ladrón consiga entrar a tu casa y se lleve objetos de valor o, algo muy habitual en los últimos tiempos, aparatos electrónicos como móviles, tablets o portátiles. Ante esta posibilidad, una precaución razonable sería reunir todos los tickets de compra y tenerlos localizados, por si hay que recurrir al seguro. Además, apuntando los números de serie y facilitándoselos a la Policía podrías conseguir recuperar algunos de tus aparatos, si aparecen algún día. Ya sabes, por unas vacaciones tranquilas, mejor tomar precauciones.