La naranja es uno de los frutos más populares en nuestro país. Además de su rico gusto, la naranja contiene nutrientes que vale la pena incorporar para una dieta saludable, como vitamina A, B1 y C. Una sola naranja brinda el 100% de vitamina C requerido diariamente.

No obstante, más allá de su pulpa, la cáscara de naranja ofrece una gran variedad de posibilidades. Se trata de una fruta muy versátil que hace gala de sus diferentes usos sorprendentes, algunos de los cuales podréis descubrir a continuación.

Repelente de insectos

En verano debemos lidiar con la presencia de unos molestos compañeros. Si estás hasta el gorro de que los mosquitos te avasallen a picotazos, la cáscara de la naranja puede convertirse en tu aliado y funcionar como repelente de insectos natural. Estos animales son especialmente sensibles al olor de los cítricos, el cual les desagrada, por lo que colgar unas tiras de piel de naranja en tus ventanas puede ser tu solución.

Extraer la humedad de otros productos

La piel de naranja también muy útil a la hora de combatir la humedad. En productos como el azúcar moreno o la sal, podemos colocar alguna cáscara en el interior del recipiente con el fin de que absorba toda la humedad y no se apelmace.

Asimismo, si quieres quitar el mal olor a tus zapatos pon cáscaras de naranja dentro de ellos y en la parte interior hacia la plantilla cuando no los estsé utilizando. Absorberán gran parte de la humedad causante del mal olor.

Acabar con las manchas de grasa

Para esas temibles manchas de grasa en la cocina, solo necesitarás una cáscara de naranja. Frótala detenidamente por la superficie manchada. Esto también te permitirá que tus electrodomésticos de acero inoxidable luzcan mucho más brillantes.

Limpiador natural para el hogar

La naranja, unida al vinagre blanco es un producto de limpieza multiuso, sirve para la cocina, las baldosas del baño, etc. El aceite que contienen las cáscaras de naranjas tiene un efecto desengrasante. El vinagre es desinfectante, antimicrobiano, descalcificador y, además, abrillantador.

Simplemente llena un frasco grande de cristal con vinagre y cáscaras de naranjas. Cerrar el frasco y dejar macerar las cáscaras al menos 3 semanas. Después se cuelan las cáscaras y la preparación ya está lista para usar.

Elaborar dulces

Las cáscaras de naranja confitadas son una golosina deliciosa, ya sean solas (adornadas con un poco de azúcar) o recubiertas de chocolate. Un acompañamiento perfecto para el café. Lo mismo puede decirse en general de la cáscara confitada de cualquier cítrico.

Además pueden emplearse en multitud de recetas que requieren frutas confitadas entre sus ingredientes, como el stollen, la decoración del roscón de Reyes, numerosos budins, magdalenas, o todo lo que se nos ocurra.

Velas aromáticas

Lo primero que tendremos que hacer será colocar la naranja en una superficie plana y realizar un corte muy ligero y delgado a la cáscara. Introducimos de manera muy cuidadosa una cuchara, evitando romper los gajos de la naranja.

A continuación, procedemos a deslizar la cuchara ligeramente en el interior de la naranja para después expulsar la fruta con extrema delicadeza. Saca la fruta y guárdala para un posterior uso. Toma la cáscara y ten mucho cuidado de no romperla.

Finalmente, vierte la preparación para la vela en la cáscara y déjala reposar. Para esto puedes repetir los pasos dados anteriormente, sólo que reemplazas el molde tradicional por este.

Té con sabor a naranja

Para todo amante de las infusiones y el té, la cáscara de naranja nos ofrece la posibilidad de preparar una riquísima bebida con un toque especial. Esta alternativa es muy simple de elaborar. El único paso para lograrla es cortar la cáscara de la naranja en tiras y dejarlas secar. A continuación podemos añadirlas en cualquier momento, siempre que lo desees.

Exfoliante corporal

La naranja es además perfecta para nuestra piel. Esta fruta cítrica consigue nutrir nuestra dermis con interesantes vitaminas y minerales pero, además, también actúa como un potente antioxidante que nos ayudará a mantener el cutis bien protegido y evitar el envejecimiento prematuro de la piel.

Por ello, mediante un simple remedio casero, podemos preparar un exfoliante natural con la piel de la naranja. Solamente necesitarás añadir en un bol aceite de coco, azúcar y la cáscara rallada de una naranja.

Mascarilla facial

La cáscara de naranja es una fuente excepcional de nutrientes que tu piel agradecerá enormemente. Su vitamina C es una de las más importantes para mantener la salud de la piel, así como su elasticidad e hidratación. Su alto contenido en calcio es a su vez un elemento que ayuda a la piel a renovar las células. También constituye un efectivo tratamiento para combatir el acné y los puntos negros que afectan al rostro, al tiempo que previenen la aparición de nuevos brotes.

Solo debes mezclar dos cucharadas de cáscara de naranja con miel hasta logran una pasta homogénea. Una vez lograda, será esta la que aplicaremos en nuestro rostro.

Blanqueador dental

Mucha gente afirma que la piel de naranja, la parte blanca que se encuentra por debajo de la cáscara, es un excelente blanqueador dental natural. Esta parte se compone de sustancias como vitamina C, fibra, pectina, glucrato y limoneno. Este último es un disolvente y limpiador natural, utilizado como componente principal en muchos productos de higiene que se venden en el mercado.

Solo debes pelar la naranja (previamente muy bien lavada) y frotar tus dientes con la parte interna de la cáscara. Después de aplicar la piel a toda la dentadura, procede a lavarte los dientes como haces habitualmente.