La limpieza es una de las tareas más pesadas de la casa y una de las que cada vez dedicamos menos tiempo. El ritmo de vida actual, con el trabajo y el tiempo de ocio, hace que nos cueste encontrar un rato a diario para dedicarlo a las tareas del hogar.

Pero mantener tu hogar impoluto no es algo que sólo se haga para conseguir que sea más agradable a la vista. Algunos lugares de la casa pueden convertirse en auténticos nidos de gérmenes y bacterias si no se limpian como es debido. Aunque algunos como el inodoro o la escobilla del váter son más obvios, otros se suelen pasar por alto.

El fregadero de la cocina

Pensar que al estar todo el día en contacto con el agua permanece siempre limpio es un error. Los restos de comida y las bacterias pueden acumularse en las paredes y en el fondo del fregadero, por lo que es necesario limpiarlo bien a diario.

El estropajo

Cada vez que lavamos los platos, las grasas de los restos de alimentos se quedan impregnadas en el estropajo por lo que es imposible desinfectarlo simplemente con agua. Para eliminar las bacterias de este utensilio lo mejor que puedes hacer es lavarlo con jabón después de cada uso y cambiarlo cada dos semanas.

El cepillo de dientes

¿Cuántas veces has escuchado a los odontólogos decir que los cepillos de dientes se deben cambiar cada dos meses? Si eres de los que hacen caso omiso a esta recomendación pero quieres eliminar los gérmenes que habitan en tu cepillo, puedes probar a desinfectarlo introduciéndolo durante unas horas en un vaso con vinagre blanco.

Las manillas y pomos de las puertas

Al igual que los interruptores, las manillas y los pomos de las puertas o cajones suelen ser una de las partes de la casa que se pasan por alto a la hora de limpiar y que más gérmenes suelen acumular. Sobre ellas pasan muchas manos a lo largo del día, por lo que es conveniente limpiarlas con algún spray desinfectante.

Las tablas de picar

¿Cuánto tiempo te has pasado frotando las grietas de estos utensilios con el estropajo? Las tablas de madera con más complicadas de limpiar en comparación con las de plásticos, las cuales se lavan con agua y detergente. Para eliminar de una vez las bacterias, deberás desinfectarlas frotando sobre ellas una solución de bicarbonato de sodio y limón.

Los interruptores

Las bacterias y la suciedad que llevamos en las manos cuando llegamos a casa después de un largo día de trabajo se transfieren a los interruptores en el momento en el que los utilizamos para encender la luz. Por esa razón, deberías limpiar casi a diario estos botones con un pequeño paño. Si lo que buscas es una limpieza más profunda prueba a utilizar un poco de vinagre.

La cafetera

Si no limpias a diario la cafetera corres el riesgo de que se convierta en un auténtico nido de gérmenes. El calor y la humedad de este aparato lo convierten en el ambiente ideal para que proliferen las bacterias. Desarmarla por partes te ayudará a limpiar mejor los restos de café.