Cada vez es más habitual tener que destinar un espacio de la casa para trabajar. Integrarlo en la vivienda es cada vez más sencillo gracias a las interesantes opciones que existen en el mercado.

Si se cuenta con espacio suficiente en la vivienda se puede utilizar una habitación como despacho. Lo más recomendable es usar una exterior para contar con luz natural. Sin realizar un gran desembolso económico, se puede decorar con estilo. Un papel pintado, unas cuantas baldas, una estantería y una buena mesa, son más que suficientes para crear una práctica oficina en casa.

Si no se tiene ese espacio extra, se puede integrar un escritorio en varias estancias de la casa como el salón, el comedor, e incluso en la cocina, en el hall, en un rincón del pasillo o en la terraza, siempre y cuando ésta esté cerrada.

Para ello, lo más conveniente es comprar un pequeño escritorio, que tenga cajones para poder guardar todo el material y colocar unas baldas encima de él. En este caso, se debe de tener en cuenta la decoración de la estancia para comprar muebles del mismo estilo y poder mantener la armonía del espacio.

Además, la compra de una buena silla es fundamental. Es bastante probable que se tenga que pasar bastante tiempo sentado en ella. Lo recomendable es optar por materiales de calidad y ergonómicos, que eviten las malas posturas y los posteriores dolores de espalda.

Cajas, archivadores y carpetas pueden ayudar a organizar el espacio con estilo y permitir mantener el orden necesario para poder trabajar de forma cómoda.