Si la Guardia Civil te pregunta si sabes por qué te ha parado, esta es la mejor respuesta que puedes dar

Puede que suene a película pero a más de uno la situación le resultará familiar. La Guardia Civil te da el alto y al parar y bajar la ventanilla, el agente te pregunta: ¿sabe usted por qué le hemos parado?

No se trata de una cuestión baladí. Ante esta situación, la mayoría de conductores se ponen nerviosos y enseguida confiesan la infracción. No obstante, los abogados recomiendan mantener la calma e indican cuál es la mejor respuesta que se puede dar.

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Al parecer, los agentes lanzan esta pregunta para que el conductor hable y admita haber infringido la ley. Algo que no resulta buena idea, ya que como bien nos recuerda el cine: "todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra". Tampoco es aconsejable decir "no lo sé", ya que puede ser interpretado como falta de conocimiento de las leyes y normas de circulación.

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En estos casos delicados, lo más recomendable es responder con un simple pero conciso "prefiero no decirlo", o directamente decir que "no", para evitar incriminarse y que la situación derive en la correspondiente sanción y multa de tráfico.

¿Qué pasa si insiste?

También puede ocurrir que el agente presione al conductor para que admita su culpabilidad. En este caso, lo mejor es acogerse a su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, que viene recogido en el artículo 24 de la Constitución.

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Aún con todo, la actitud al volante es siempre lo más importante. Si cumples con las normas de la DGT, garantizarás la seguridad y la del resto de usuarios, y evitarás problemas con la autoridad.

Qué hacer y qué no cuando te paran los agentes

La ley ampara al conductor más de lo que parece, pero exige también que sepa cómo actuar. El artículo 24 de la Constitución reconoce el derecho a no declarar contra uno mismo y a no confesarse culpable, lo que significa que responder con un escueto “prefiero no decirlo” o simplemente “no” es totalmente legítimo. Tal y como recuerdan desde el Consejo General de la Abogacía, estas garantías existen “para evitar autoinculpaciones innecesarias” y deben ejercerse con calma y respeto.

Eso no exime de cumplir las normas: el Reglamento General de Circulación obliga a detenerse ante la señal de un agente y a seguir sus instrucciones, mientras que la Ley de Seguridad Vial detalla que ignorarlas puede considerarse desobediencia. Además la Ley de Seguridad Ciudadana obliga a mostrar la documentación cuando sea requerida; si el conductor no la lleva encima, los agentes pueden trasladarlo a dependencias para identificarlo siempre con un justificante y dentro de un tiempo limitado.

El Código Penal también deja claro que negarse a someterse a una prueba de alcoholemia o drogas es delito, con sanciones mayores que un positivo administrativo. Por eso los expertos insisten: callar cuando procede no es lo mismo que negarse a colaborar.

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