Así es el sencillo test que deben hacerse todos los murcianos según las autoridades: "Agilizaremos la tramitación de solicitudes"

A pesar de que vivimos en una sociedad que cuenta con un desarrollado estado del bienestar, que en mayor o menor medida cubre buena parte de las necesidades básicas de los ciudadanos, especialmente de aquellos en situación más vulnerable la burocracia continúa siendo un obstáculo importante. En muchas ocasiones acceder a determinadas ayudas públicas requiere superar trámites complejos o barreras de accesibilidad que muchas personas no saben cómo afrontar. Por esa razón las políticas sociales no pueden limitarse a aprobar recursos o servicios, sino que deben ir acompañadas de acciones pedagógicas y de divulgación que acerquen esa información a la población.

Con esta premisa la Región de Murcia ha dado un paso al frente con el lanzamiento de una nueva herramienta que permitirá a cualquier ciudadano orientarse sobre si las dolencias o limitaciones que padece podrían ser reconocidas con un grado de discapacidad. Se trata de un test de autovaloración que ya está disponible en la página web ‘Mi Valoración de Discapacidad’ y que también podrá consultarse escaneando un código QR que se repartirá en centros de salud y espacios públicos.

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Esta medida forma parte de la campaña ‘No todo es discapacidad’, presentada esta semana por la consejera de Política Social, Conchita Ruiz, que ha destacado que el cuestionario "permitirá conocer si el usuario tiene posibilidades de obtener el grado de discapacidad y agilizará el sistema". Según datos facilitados por la propia consejería, el Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) recibe cada año unas 4.500 solicitudes para el reconocimiento de discapacidad que finalmente no alcanzan el 33% mínimo requerido para poder acceder a los beneficios que ofrece esta condición.

Para evitar la sobrecarga del sistema y centrar los recursos en quienes más lo necesitan, el nuevo test pretende servir como una primera criba orientativa: “Con esta autoevaluación previa, agilizaremos la tramitación de solicitudes para que las personas que verdaderamente necesitan ese reconocimiento puedan acceder a apoyos y recursos”.

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La herramienta funciona de forma sencilla. Tras responder una serie de preguntas que evalúan el grado de dificultad para llevar a cabo actividades cotidianas (como la movilidad, el autocuidado, la comunicación o la vida en comunidad), el sistema emite un resultado visual en forma de semáforo. Si el color es rojo no habría indicios de discapacidad, mientras que si es verde, se considera que hay una alta probabilidad de que la persona cumpla con los criterios necesarios para iniciar la solicitud formal. En cualquier caso, el resultado no es vinculante y, como subrayó Ruiz, "el usuario podrá pedir cita igualmente para ser valorado".