España es una península y las islas un regalo a su situación geográfica. Sin necesidad de emprender viaje allende la literatura y la pantalla, el país esconde destinos aislados pero visitables donde aflojar el cuerpo y la mente. El islote de Lobos, en Fuerteventura, a la Dragonera en Mallorca, las Medes en Girona, las Columbretes en Castellón o la más conocida isla de Tabarca en Valencia... Situadas al alcance de un brazo extendido, cortas travesías marítimas acercan sus praderas de posidonia y playas desiertas.

Islote de Lobos (Fuerteventura, Islas Canarias)

Lobos es garantía de tranquilidad reparadora y de estimulante belleza transmitida por sus aguas cristalinas y paisajes volcánicos. La isla es muy pequeña y se puede recorrer entera a pie. Seis kilómetros cuadrados de diámetro y 13,7 de costa. Pertenece al Parque Natural de Corralejo y desde esta localidad zarpa el barco que aporta comida y visitantes a la isla, en un trayecto de unos 15 minutos y por 12 euros ida y vuelta, pero también puede viajar en taxi acuático o barco privado, con distintos precios.

En los sesenta, un farero se instaló allí llevándose consigo a su familia. En la actualidad, dos de sus descendientes regentan el único restaurante de la isla, con un nombre que es un homenaje en sí mismo: Antoñito el farero.

La playa de Las Conchas, también conocida como La Caldereta, es la más transitada que no masificada. Para mayor intimidad, la zona nudista, donde conviven quienes llevan ropa de baño y quienes no, es menos transitada, lo mismo que la playa de La Caleta, el punto más elevado de la isla con sus 127 metros, y a sus pies la playa de La Caleta, muy poco conocida. El viaje tiene que ser de ida y vuelta, obligatoriamente. No existen alojamientos y la acampada está prohibida. Llámalo paraíso.

CÓMO LLEGAR: Puedes contratar una de las múltiples excursiones que ofrecen Corralejo. Tan solo se tarda 15 minutos.

DÓNDE COMER: Hay un único restaurante en toda la isla, por lo que lo mejor es reservar según llegues.

La Graciosa (Teguise, Lanzarote, Islas Canarias)

Al contrario, la oferta en La Graciosa es amplia y diversa: apartamentos, pensiones e incluso un camping. Con 29 kilómetros y solo dos pueblos (Pedro Barba y Caleta de Sebo), La Graciosa tiene un censo de 721 habitantes y ninguna carretera. Los ferry desde el puerto lanzaroteño de Órzola salen cada media hora, por 20 euros ida y vuelta. Todos los años se celebra una travesía a nado entre las dos islas, aunque no es lo recomendable.

Lo de sus playas es otra liga: kilómetros de arena dorada. Las Conchas, La Francesa, La Cocina, Barranco de los Conejos, El Salado, La Laja, Lambra y Pedro Barba. Los 266 metros de Las Agujas, uno de sus cuatro complejos volcánicos, hacen las veces de mirador.

Toca uno de los principales bancos de pesca del mundo, por lo que la pesca deportiva es una de las actividades que atrae más visitantes, igual que el submarinismo. La Graciosa forma parte de la reserva marina del archipiélago de Chinijo, la mayor de Europa, con 70.700 hectáreas. Con 304 especies de algas marinas catalogadas hasta la fecha, representa el 53,1% de la vegetación marina de las Canarias. Con razón es considerada su secreto mejor guardado.

CÓMO LLEGAR: Puedes contratar una de las numerosas excursiones que ofrecen desde Lanzarote o coger uno de los barcos que unen la isla varias veces al día desde Órzola.

DÓNDE COMER: Casa Enriqueta - Calle del Mar de Barlovento 6.

S´Espalmador (Formentera, Baleares)

S´Espalmador tiene dueño: en marzo de este año, la familia Cigrant, millonarios de Luxemburgo, la compró por 18 millones de euros. Antes había pertenecido a otros propietarios privados sin que el Gobierno de las Islas pudiera recuperarla. Es por lo tanto una isla privada pero de disfrute público. De hecho, en sus costas donde recalan numerosas embarcaciones de turistas.

El Consejo de Turismo de Formentera advierte de los peligros de acceder a pie desde el estrecho que la separa de Formentera. "Es una irresponsabilidad infravalorar las corrientes marinas que en este punto concreto son especialmente fuertes y que han originado más de un disgusto y numerosos contratiempos", comentan.

La isla alberga pequeñas lagunas de agua salada, con barro negruzco que algunos turistas se aplican en la piel. Los baños están prohibidos. Según explican desde el Patronato Municipal de Turismo: en primer lugar porque allí anidan aves, un ecosistema extremadamente sensible, y porque además no está certificada la salubridad de estos fangos ni sus supuestos beneficios.

CÓMO LLEGAR: Puedes coger un barco desde Formentera o Ibiza.

DÓNDE COMER: No existen restaurantes en la isla, por lo que es mejor que vayas con provisiones.

Islas Columbretes (Castellón)

A 56 kilómetros de la costa de Castellón, forman otro parque natural. Las Columbretes son l´Illa Grosa (Columbrete Grande), la Ferrera (Perrera), la Foradada (Horada) y el Carallot (Bergantín). Sus 19 hectáreas de parte emergida son reserva natural, mientras la reserva marina suma 5.500 hectáreas. Los barcos salen desde Castellón, Oropesa, Valencia y Alcocebre. El precio de los veleros Burriana y los Oceanis Clipper y Dufour desde Valencia incluye una noche en la embarcación. Como la visita a las Columbretes depende del cupo diario de la isla, en ocasiones hay quien se ha quedado sin bajar del barco. El límite está en 78 visitantes diarios, salvo los fines de semana y festivos de julio y agosto, en que sube a 120.

Griegos y romanos estuvieron aquí. Por su aislamiento y excelente estado de conservación, las Columbretes albergan varias especies animales y vegetales escasas en el resto del Mediterráneo como la gaviota de Audouin, el halcón de Eleonora o la reseda hookeri y otras como la lagartija de Columbretes o la alfalfa arbórea.

CÓMO LLEGAR: Puedes coger un barco desde diferentes puertos: Castellón, Alcocebre , Oropesa y Valencia.

DÓNDE COMER: No existen restaurantes en la isla.