La Universidad de Murcia celebró en su momento un acto de reconocimiento a la junta directiva del Consejo de Estudiantes saliente, al tiempo que se daba la bienvenido a la nueva directiva, presidida por Eva Garcés de los Fayos, quien sustituye en el cargo a Amal Conesa. El CEUM representa al estudiantado, el grupo más numeroso de toda la comunidad universitaria, y entre sus funciones destaca la de dar voz en los distintos órganos competentes de todas sus demandas y necesidades.
Esa es una máxima que asume cada nueva junta directiva que asume los mandos del Consejo de Estudiantes, y así lo ratifica su nueva presidenta, Eva Garcés de los Fayos: «La comunidad universitaria puede tener la seguridad de que vamos a trabajar por y para los estudiantes. Así como el compromiso para con ellos de que vamos a defender sus derechos y de que vamos a trabajar y a negociar porque su estancia en la universidad sea lo más óptima posible».
A nivel interno de la Universidad de Murcia, el CEUM está presente en todos los órganos de decisión: Consejo de Gobierno, Claustro, Consejo Social y las Juntas de cada Facultad que conforma la institución académica. Además, a nivel estatal participa en la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) y en el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (CEUNE). Su representación también tiene cabida a nivel europeo en la European Students’ Union (ESU).
«El CEUM es mucho más que una junta directiva, son los 35.000 estudiantes de la Universidad de Murcia y todas las actuaciones impulsadas en materia de igualdad, crecimiento social y avance»
Tras el cambio de junta directiva, es inevitable pensar en algunos cambios, pero su actual presidenta afirma tener claro que «nuestras líneas generales de actuación van a recoger el testigo de las juntas directivas anteriores, y en ese sentido los cambios van a ser menores». El hecho de haber formado parte de la anterior junta del CEUM le vale a Eva para analizar qué cosas se han hecho bien y seguir en esa líneas, cuáles hay que mejorar y sobre todo qué queda pendiente para seguir luchando por y para los estudiantes.
Durante el acto de bienvenida a la nueva directiva, la vicerrectora de Estudiantes, Paloma Sobrado, destacó «el espíritu negociador» de la junta saliente, espíritu que Garcés de los Fayos confirma siempre va a existir: «Tenemos claro que para avanzar y crear universidad es crucial que todos los actores de, en este caso, la Universidad de Murcia, trabajen juntos y analicen las realidades de los otros grupos, y en este sentido ese ejercicio de negociación es esencial. Para construir y avanzar siempre se podrá contar con el CEUM y con esta junta directiva».
Entre sus primeras acciones ha destacado la entrega de un cheque por valor de 5.461,21 euros a la Oficina de Atención Social para colaborar en ayudas a estudiantes que se encuentren en situación de vulnerabilidad económica o social. En este sentido, la presidenta del CEUM afirma que «El Consejo de Estudiantes es mucho más que una junta directiva o un pleno, son sus 35.000 estudiantes y son todas las actuaciones impulsadas en materia de igualdad, de crecimiento social y de avance, que se hacen día a día. Sé que nos queda mucho por avanzar y muchas personas a las que llegar, pero creo que vamos por buen camino y no tengo la menor duda de que si seguimos trabajando y comunicando como hasta ahora no será difícil llegar a toda la UMU».
Hoja de ruta del CEUM
Entre los propósitos de la nueva junta directiva del Consejo de Estudiantes se encuentra la mejora del Sistema SQRF (sugerencias, quejas, reclamaciones y felicitaciones), fomentar la participación de los estudiantes en la gobernanza universitaria, atendiendo especialmente a los procesos electorales del año 2022, potenciar la figura de representación y atender al crecimiento y mejora de las Delegaciones de Centro a niveles anteriores a la pandemia, y apostar por una salud mental de calidad, dotando para ello al Servicio de Psicología Aplicada (SEPA) de la Universidad de Murcia de todos los recursos necesarios.
Además, en materia de transporte pretenden impulsar un bono cuyo coste no suponga un privilegio al estudiantado a la hora de acudir a clase.
