Aunque la situación actual marcada por la covid-19 ha obligado a restringir algunas de las actividades desarrolladas por el Servicio de Actividades Deportivas de la UMU, como es el caso de las competitivas (torneos de facultades, Trofeo Rector, fases del Campeonato de España Universitario, etc.), otras se mantienen activas.

Una de ellas es el programa Activa-T, que por undécimo año consecutivo busca tomar el pulso a la comunidad universitaria a través de la realización de distintas pruebas médicas y entrenamientos individuales, aunque este año funciona de manera diferente. Con el objetivo de evitar el riesgo que supone atender a tantas personas como en ediciones pasadas, se decidió que el programa fuese dirigido exclusivamente al personal docente y administrativo de la Universidad de Murcia.

Los usuarios que quieran participar en esta edición de Activa-T deberán acudir previamente a una farmacia para realizarse diversas mediciones, tanto de altura como de peso, y de tensión arterial, así como del índice de cintura-cadera (el servicio envía por correo un vídeo mostrando cómo se hace). Tras rellenar una encuesta y haber enviado los anteriores datos, se elegirá a unas 60 personas para formar parte del programa, en el que ya se les realizarán las pruebas oportunas y se programarán los entrenamientos personalizados.

En esta primera fase del programa, que se extenderá hasta comienzos de enero, se recabarán todos los datos oportunos para la realización de las posteriores pruebas, algo, que tal y como explica el jefe de servicio del Servicio de Actividades Deportivas de la UMU, Carlos Pérez, puede «determinar de algún modo la salud de los trabajadores de la Universidad de Murcia».

El hecho de que esta edición se haya centrado en el personal universitario no quiere decir que el alumnado no pueda acceder a estos servicios, ya que también a los estudiantes universitarios se les ofrecen estos programas a medida, que incluyen de igual manera la realización de valoraciones médicas (pruebas de esfuerzo, electrocardiograma basal, estudio del aparato locomotor, etc.) y otras pruebas físicas, como valoraciones de fuerza tanto del tren inferior como del superior. Además, el estudiantazgo de la UMU cuenta con ofertas de precio reducido para todos estos servicios.

La apuesta por iniciativas como esta acerca del cuidado de la salud por parte de la institución académica pone en valor la prevención y la responsabilidad de mejorar la propia salud de la comunidad universitaria.

Mujer activa

Este programa desarrollado por el Servicio de Actividades Deportivas surge en el año 2013 con el fin de ofrecer valoraciones, a nivel de fuerza y resistencia, a mujeres con cáncer de mama, y no es hasta 2017 cuando se firma un convenio entre la UMU y la Asociación de Ayuda a Mujeres con Cáncer de Mama (AMIGA), en un proyecto más ambicioso en el que no solo se valora el estado físico de las afectadas, sino que además se les planifican diferentes entrenamientos individuales, aparte de llevar a cabo clases grupales.

Con la llegada de la pandemia el programa se paralizó, y se decidió llevarlo al medio online, a través del cual se impartieron clases de actividad física dirigida, y también de yoga y zumba, dirigidas a toda la comunidad universitaria y que llegó a contar con una participación de más de 350 personas.

El programa retomó en octubre la actividad presencial, y con un total de 88 inscritas ya ha valorado de manera individual a 48 mujeres, a las que se ha realizado un test de composición corporal y otro de fuerza del tren inferior. Tras recabar toda la información se programa un entrenamiento totalmente personalizado, que se puede realizar en casa sin ningún problema para mayor seguridad. Tras 6 semanas de programa se vuelve a hacer una valoración para observar los resultados.

«La respuesta al programa está siendo increíble. No solo les ayuda a nivel físico, sino también a nivel psicológico», afirma Carlos Pérez, jefe de servicio del SAD de la Universidad de Murcia.