La Universidad de Murcia vuelve a dar muestras de su implicación en el objetivo de conseguir una inclusión real y completa en la sociedad de todas aquellas personas con discapacidad intelectual. En esta ocasión se trata de la culminación de la iniciativa ´Arqueología y discapacidad intelectual: desenterrando prejuicios´, cuyo principal objetivo es, tal y como explica Ignacio Martín Lerma, profesor de Prehistoria de la UMU y director del proyecto, «acabar con las ideas preconcebidas que se tienen en torno a este colectivo, el cual suele ser excluido del aprendizaje científico».

Este proyecto, en el que se hace partícipes a las personas con discapacidad intelectual en diferentes tareas relacionadas directamente con la investigación arqueológica, contó con una primera fase de experiencia a pie de campo, concretamente en el yacimiento paleolítico de la Cueva del Arco, Cieza, donde varias personas con discapacidad intelectual pudieron realizar todas las tareas que habitualmente suele llevar a cabo el equipo científico-técnico sobre el terreno: excavar, analizar las piezas encontradas, inventariar, etc.

Tras estas jornadas se puso en marcha una segunda fase que ya ha llegado a su fin, consistente en la realización de talleres y recreaciones de excavaciones arqueológicas en diferentes centros ocupacionales de la Región de Murcia y Almería, para que aquellos usuarios que no poseen la autonomía suficiente para desplazarse a yacimiento «pudieran ponerse en la piel de auténticos arqueólogos», explica Ignacio Martín.

Este proyecto inclusivo, que ha contado con la financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) - Ministerio de Ciencia e Innovación y con la colaboración de la Unidad de Cultura Científica de la UMU, también ha estado estrechamente ligado a Plena Inclusión, la red de organizaciones que vela por el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad intelectual en España, siendo todos los centros ocupacionales visitados en este proyecto pertenecientes a esta institución.

El sector científico se vuelve un poco más inclusivo gracias a proyectos como este, sin olvidar que aún queda mucho camino por recorrer, como afirma Ignacio Martín: «La divulgación no llega a todo el mundo si no nos lo proponemos. Es totalmente necesario apostar por la inclusión hasta que esta sea una realidad».

La iniciativa no concluye con las excavaciones y visitas a centros ocupacionales, sino que pretende mostrarse a la sociedad, y qué mejor manera de ello que realizando una muestra fotográfica, obra del especialista en reportajes arqueológicos Fran Ramírez, que será expuesta en el Museo Arqueológico Jerónimo Molina, de Jumilla.

«El objetivo de esta exposición, además de involucrar a las familias y amigos de los participantes, es acabar con la errónea idea de que las personas con discapacidad intelectual no pueden dedicarse a la ciencia. Este proyecto es el claro ejemplo de que es posible», afirma el director de la iniciativa.

Como divulgador, Ignacio Martín también visita con frecuencia centros de secundaria para acercar la arqueología a los más jóvenes, deseando compartir en las futuras visitas todo lo vivido durante el proyecto inclusivo, para que las nuevas generaciones «interioricen que las personas con discapacidad intelectual también tienen cabida en la profesión científica». Para el profesor de Prehistoria, la clave para ofrecer de una manera atractiva esta rama de conocimiento a los jóvenes es la arqueología experimental, de modo que sea el alumnado quien desde una perspectiva práctica consigue comprender mucho mejor los diferentes procesos.