Para los españoles, la casa ideal es un piso en un bloque de viviendas, de segunda mano y sin necesidad de tener que realizar una reforma. Debe contar con tres dormitorios y dos baños, en una superficie de unos 100 m2. Un valor, este último, que depende directamente de la renta.

La terraza y el garaje son valores en alza, mientras que el hecho de contar con piscina solo es tenido en cuenta por uno de cada cinco compradores. Estos también se fijan en detalles como la orientación del edificio y la calidad de los materiales de la construcción.

Prefieren que el piso esté ubicado en la misma ciudad en la que viven, pero no en un barrio demasiado céntrico. La zona debe ser segura, estar bien comunicada y garantizar buenas condiciones de limpieza. En cuanto a los servicios disponibles, valoran la proximidad a tiendas y supermercados, así como a zonas verdes y facilidades para aparcar.

La vivienda preferida por los españoles es un piso ubicado en un barrio no demasiado céntrico, de tres habitaciones y con terraza y garaje.