Nullius in verba (8)

Alarma científica por el intento de Castilla y León de rebajar los controles sanitarios sobre el ganado vacuno con tuberculosis

Negar la realidad objetiva de la ciencia es la estrategia que siguen las ideologías populistas totalitarias para alcanzar el poder, decía Einstein.

 

Ganaderos, veterinarios y políticos chocan por el control sanitario de la tuberculosis bovina en Castilla y León

Ganaderos, veterinarios y políticos chocan por el control sanitario de la tuberculosis bovina en Castilla y León / JMGARCIA/EFE

Victoria López Rodas y Eduardo Costas, catedráticos de Genética en la UCM.

La alarma científica ha sonado una vez más después de que la Consejería de Agricultura de la Comunidad de Castilla y León, en manos de Vox, rebajase los controles sobre el ganado vacuno con tuberculosis porque “considera arbitrarios los controles sanitarios actuales” establecidos en la UE para prevenir el control de esta enfermedad, la segunda infecciosa más mortífera del mundo, que afecta cada año a 11 millones de personas de cualquier edad y está presente en todos los países. La decisión de esta autonomía, suspendida cautelarmente por los tribunales, es la única medida tomada en un país desarrollado que invierte la tendencia global en la lucha contra esta terrible enfermedad.

Victoria López Rodas y Eduardo Costas, catedráticos de Genética en la UCM.

Según la OMS en los últimos años la tuberculosis fue la segunda enfermedad infecciosa más mortífera en todo el mundo, tan solo superada por la COVID-19.

Cada año se producen alrededor de 11 millones de nuevos casos de la enfermedad y pese a los ingentes esfuerzos que se han hecho para luchar contra ella, la tuberculosis sigue estando presente en todos los países del mundo y afecta a todos los grupos de edad.

La situación podría ser muchísimo peor. La OMS calcula que solo entre 2000 y 2021 se salvaron 74 millones de vidas gracias al diagnóstico precoz de la enfermedad y al tratamiento de la misma. Asimismo, diversos expertos han estimado que los sistemas de preventivos de salud han evitado que se contagiasen varios cientos de millones de personas en este siglo.

Luchar contra la tuberculosis es tan importante que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU más ambiciosos relacionados con la salud es acabar con esta epidemia para 2030. Pero todo parece indicar que, por el contrario, la tuberculosis se convertirá en uno de los principales problemas de salud pública al que nos enfrentaremos en el futuro.

Hito de la medicina

En uno de los mayores hitos de la medicina, Robert Koch identificó en1882 al agente causal de la tuberculosis -el llamado “bacilo de Koch”, una bacteria aeróbica acido-alcohol resistente que se contagia desde las personas infectadas a las sanas mediante gotitas de fluido (tras toser, estornudar, hablar…) que transportan la bacteria por el aire, pero también desde animales infectados a través de productos como la leche.

El genoma del bacilo de Koch se secuenció completamente en una fecha tan temprana como 1998 (lo que da idea de la preocupación que genera entre los científicos). Se comprobó que en realidad se trata de un complejo de cepas denominado complejo Mycobacterium tuberculosis (CMT), con baja diversidad específica, pero con cepas más especializadas en infectar a humanos (por ejemplo M. tuberculosis sensu stricto o M. africanum) y otras más adaptadas a infectar animales (como M. bovis o M. caprae) pero que también pueden infectar a humanos.

La tuberculosis es una enfermedad terrible que puede cursar de forma aguda (tuberculosis miliar aguda) donde se forman nódulos que se diseminan por todos los órganos del cuerpo produciendo un fallo multiorgánico, de forma rápida, y de forma lenta (la tuberculosis de generalización lenta). Puede ser fatal hasta en el 25% de los casos aunque se imponga el tratamiento óptimo.

Bacterias resistentes

Disponemos de antibióticos como la estreptomicina, la rifampicina, la isoniacida, la piracinamida y el etambutol. Pero cada año que pasa aumentan mucho los casos de cepas del complejo Mycobacterium tuberculosis que son multirresistentes a los antibióticos, lo que representa una gran amenaza porque podría derivar en una crisis de salud pública. Se estima que solo 1 de cada 3 personas infectadas con una cepa de multirresistente llegan a recuperarse.

En el proceso por el cual cepas del complejo Mycobacterium tuberculosis consiguen su resistencia a los antibióticos el ganado juega un papel muy importante. Cuando tratamos con antibióticos a nuestros animales sin querer estamos seleccionando a favor de las bacterias resistentes. Pensemos que hoy en día hay 1.300 millones de vacas en el mundo.

Desde hace mucho tiempo se conoce el papel esencial que tiene el saneamiento del ganado en la prevención de la tuberculosis en seres humanos. Así las primeras actuaciones aisladas contra la tuberculosis en el ganado se iniciaron en nuestro país a finales de los sesenta impulsadas por los tecnócratas desarrollistas del régimen de Franco, a menudo ligados al Opus Dei.

En 1965 comenzó un Plan Nacional de Lucha contra la tuberculosis y la brucelosis bovinas, que no se llevó a cabo con seriedad. Fue con las negociaciones de entrada en la CEE cuando España tuvo que presentar un Programa de Erradicación Acelerada de Tuberculosis en el Ganado, de acuerdo con las Directivas 77/391/CEE y 78/52/CEE y la Decisión 87/58/CEE.

Manifestación de ganaderos en Salamanca en protesta por los controles sanitarios del ganado bovino.

Manifestación de ganaderos en Salamanca en protesta por los controles sanitarios del ganado bovino. / EFE/J.M.GARCÍA

Lucha compleja

Tras esto vinieron los Programas Nacionales de Erradicación de la Tuberculosis Bovina entre 2006-2010 que sentaron las bases para garantizar actuaciones continuadas en el tiempo. A partir de 2017, estas actuaciones en animales domésticos se complementan con el Plan de Actuación sobre Tuberculosis en Especies Silvestres (PATUBES).

La lucha contra la tuberculosis es compleja y se realiza con diversas estrategias. Muchas de ellas pasan por la actuación sobre las personas (detección precoz, aislamiento de potenciales contagiadores, tratamiento de los infectados…). Además, los veterinarios realizan un control férreo de la enfermedad en el ganado y animales domésticos para evitar la transmisión a los humanos, tanto por contacto directo como sobre productos como la leche que se controlan con la inspección de alimentos.

Numerosos científicos insisten en que para no perder la guerra contra la tuberculosis se necesita hacer un gran esfuerzo extra. Por ejemplo, el Treatment Action Group de la OMS estimó en 2021que sería necesario dedicar al menos 1.100 millones de dólares al año para investigación sobre tan temible enfermedad, así como 13.000 millones al año para incrementar la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención, realizando un gran esfuerzo para erradicarla de los animales domésticos.

Estupor científico

Por eso en el mundo científico y sanitario causó estupor que el pasado 15 de mayo, en una decisión populista, sin ninguna base científica, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León (en manos de Vox), rebajase los controles sobre el ganado vacuno con tuberculosis porque “considera arbitrarios los controles sanitarios actuales”.

Se trata de un hito histórico. Desde el siglo XIX podemos encontrar centenares de decretos que intentan dificultar la propagación de la enfermedad aunque sea a costa de grandes sacrificios personales y económicos. A fin de cuentas la tuberculosis es una enfermedad terrible. La propuesta de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León, es la única medida conocida tomada en un país desarrollado que invierte esta tendencia.

No es de extrañar que, ante un asunto tan grave, la Comisión Europea haya tomado cartas en el asunto de inmediato. Se prohibió el movimiento del ganado bovino en Castilla y León para evitar poner en riesgo la cabaña ganadera española y comunitaria. Bruselas urgió al Gobierno de España para que tomase medidas con la máxima rapidez y en un tiempo récord el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, a propuesta de la Abogacía del Estado, ha acordado suspender de forma cautelar la aplicación de dicha resolución.

Síntomas sociales preocupantes

Mientras todas las asociaciones científicas y académicas llevan tiempo alertando del enorme peligro que entraña el negacionismo científico asociado al auge del populismo (citando a Trump como el principal culpable), el Vicepresidente de Castilla León, García Gallardo, ha escrito en sus redes sociales: “Vamos a a seguir defendiendo a nuestros ganaderos frente a las imposiciones arbitrarias que les ahogan. En Bruselas y en Madrid. Hoy y siempre. Por nuestro campo. Por nuestro futuro. Por Castilla y León. Por España.”

Relajar los controles sobre la tuberculosis en el ganado puede costar muertos, además de la pérdida económica del sector si se prohíben las exportaciones y se inmovilizan las vacas.

 El hecho en sí es preocupante. Pero más preocupante son sus síntomas. Es hora de recordar las palabras de Albert Einstein al inicio del auge del nazismo: “Negar la realidad objetiva de la ciencia es la estrategia que siguen las ideologías populistas totalitarias para alcanzar el poder”.