Los mares lechosos convierten el océano nocturno en un campo de nieve blanca que brilla como las estrellas del cielo gracias a una luminiscencia que emana de las profundidades. Lo ha comprobado una tripulación que atravesó un mar lechoso y obtuvo fotos. La ciencia todavía no sabe qué son.

La primera aproximación científica al misterio de los mares lechosos, recogida de un barco que se adentró en una región brillante del Océano Índico, evoca un fenómeno inexplicado al que se refirió Julio Verne en su obra “Veinte mil leguas de viaje submarino”.

Los "mares lechosos", también llamados mareel, son franjas masivas de océano que brillan de noche de manera uniforme y constante. Alcanzan su punto máximo en invierno y verano y se observan con mayor frecuencia en el Océano Índico noroccidental.

Algunos mares lechosos han durado hasta 45 noches y, según algunos relatos, se parecen a un campo de nieve que brilla bajo un cielo oscuro y sin luna.

Se cree que el fenómeno es causado por bacterias luminosas, pero los detalles de la composición, la estructura, la causa y las implicaciones en la naturaleza del mar lechoso, siguen siendo en gran parte inciertos.

Incursión inesperada

Un acontecimiento inesperado ha permitido una aproximación insólita a un mar lechoso que no solo ha obtenido la primera fotografía del fenómeno, sino también el relato de una tripulación que se adentró en sus aguas luminosas atraída por sus misterios. Fue en agosto de 2019, pero solo ahora ha trascendido aquella experiencia.

Lo que vio y captó esa tripulación aparece recogido en un artículo publicado en PNAS y firmado por Steven Miller, científico atmosférico de la Universidad Estatal de Colorado, que tuvo conocimiento de la proeza de aquella tripulación y averiguó lo que había pasado.

Después de entrevistarse con la tripulación, Miller conoció que el barco había entrado repentinamente en las aguas resplandecientes que se extendían a lo largo de unos 100.000 kilómetros cuadrados. El fenómeno había sido captado por un satélite de la NOAA la noche del 2 de agosto de 2019.

Cuando el barco se adentró en esas aguas resplandecientes, todo el océano se volvió significativamente más brillante que el cielo nocturno, manteniendo un brillo mayormente homogéneo y constante en el horizonte.

Brillo estelar en el océano

Una muestra de estas aguas, recogida por la tripulación, contenía varios puntos de brillo constante que se oscurecían al agitarse, un comportamiento opuesto al de la bioluminiscencia "normal", destaca Miller.

Al mismo tiempo, la tripulación notó que ola de proa (que se forma delante del barco cuando corta el agua al avanzar) no era igual de blanca que siempre, sino que era negra. El barco parecía navegar sobre la nieve. Sin embargo, la estela que dejaba el barco en la parte posterior no reflejó cambio alguno.

Aunque el cuaderno de bitácora del barco comparó el resplandor del mar con el de la nieve montañosa, las entrevistas con el capitán y la tripulación añaden que, tanto el color como la intensidad del brillo, eran similares a los de las estrellas que lucen en la noche, o a algunos relojes que tienen partes brillantes en las manecillas... un brillo que era suave para los ojos, explican los testigos.

La percepción del color varió ligeramente entre los tripulantes, atribuible, quizás, a las distintas respuestas del ojo en los márgenes entre la visión escotópica y fotópica en condiciones de poca luz, detalla Miller.

Según el capitán del barco, el resplandor del mar se originaba a cierta profundidad, a unos 10 metros por debajo de la superficie.

Primeras imágenes

Los científicos han estado intrigados durante mucho tiempo por este tipo inusual de bioluminiscencia, pero hasta ahora no habían obtenido una prueba gráfica de este fenómeno.

En su artículo, Miller incluye la primera fotografía conocida de un mar lechoso. Fue tomada por los miembros de la tripulación entrevistada.

El informe de Miller sobre el avistamiento del mar lechoso incluye dos tomas: una capturada con un teléfono inteligente y la otra con una cámara GoPro, que se usa generalmente para fotografiar aventuras.

La fotografía digital tomada en la cubierta de la nave muestra un mar brillante contra un cielo oscuro.

Origen desconocido

La nueva información obtenida de esta mar lechoso no permite establecer todavía la composición y origen de este fenómeno.

Muchas preguntas relacionadas con la estructura, composición y significado del mar lechoso esperan un muestreo in situ para responder completamente, destaca Miller.

Comprender la formación del mar lechoso en el contexto del acoplamiento océano/atmósfera/biosfera, puede ayudar a anticipar la ubicación y el momento de eventos futuros, añade.

Los satélites podrán también en el futuro señalar la aparición de mares lechosos y orientar a que una expedición científica desvele sus misterios, concluye Miller.

Referencia

Boat encounter with the 2019 Java bioluminescent milky sea: Views from on-deck confirm satellite detection. Steven D. Miller. PNAS, July 11, 2022, 119 (29) e2207612119. DOI: https://doi.org/10.1073/pnas.220761211