Un grupo de científicos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal y la Universidad de Konstanz, en Alemania, han identificado algunas características en los vuelos transoceánicos de las aves terrestres que les permiten viajar enormes distancias sin detenerse, en condiciones que en principio parecen muy complejas.

De acuerdo a una nota de prensa, los investigadores utilizaron tecnologías de rastreo GPS para poder apreciar al detalle los itinerarios que siguen cinco especies de grandes aves terrestres, acostumbradas a llevar adelante largas travesías marítimas. La investigación ha sido publicada recientemente en la revista Proceedings of the Royal Society B.

Las concepciones previas

Según estudios previos, las aves realizan estos viajes aprovechando el denominado  «viento de cola», una corriente de viento horizontal que sopla en la dirección de vuelo de las aves, permitiéndoles ahorrar energía. Vale recordar que mantener un vuelo de aleteo durante cientos de kilómetros es un enorme esfuerzo e insume un fuerte costo de energía, para aves de grandes dimensiones y un peso considerable.

Si retrocedemos más en el tiempo, a lo largo de varios siglos los observadores de aves pensaron que las especies terrestres no superaban una distancia de 100 kilómetros al volar sobre el mar, y que directamente no se enfrentaban a los peligros que suponen los océanos abiertos. No solamente estaban equivocados, sino que además la ciencia ha logrado demostrar qué mecanismos les permiten a las aves atravesar esas abismales distancias en contextos supuestamente desfavorables.

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Rutas inteligentes

El estudio alemán ha examinado el comportamiento de 65 aves de cinco especies diferentes cuando atraviesan el océano, obteniendo información inédita sobre cómo las aves terrestresaves sobreviven a vuelos tan largos e incluso no necesitan realizar escalas para descansar o procurar alimento.

¿Cómo lo logran? Al parecer, la clave se encuentra en dos variables: el viento y la elevación. Los especialistas concluyen que las aves aprovechan las mejores condiciones atmosféricas para reducir los costos de energía durante el vuelo, pero que no se trata de una cuestión azarosa: seleccionan las rutas de acuerdo a estas condiciones e incluso son capaces de modificar los itinerarios para encontrar las características ideales.

Los especialistas estudiaron las rutas durante nueve años, obteniendo la información atmosférica global que les permitió identificar los criterios empleados por las aves para seleccionar sus rutas de migración sobre el mar abierto. Por ejemplo, hallaron que la mayoría de las especies opta por períodos temporales y zonas de vuelo que les garanticen condiciones favorables de elevación.

Las aves optimizan al máximo el apoyo del viento al seleccionar sus rutas de cruce marítimo, en tanto que eligen una mayor elevación cuando disponen de un apoyo de viento adecuado. Esto significa que las «rutas inteligentes» que siguen las aves se sustentan en una combinación entre los dos factores: el viento y la elevación.

El rol de la elevación

¿Por qué es tan importante la elevación? Las condiciones propicias de elevación permiten que la travesía por mar sea menos exigente en términos energéticos, al reducir la resistencia. Aunque anteriormente se pensaba que el impacto de la elevación era débil o ausente sobre la superficie del mar, la nueva investigación ha demostrado que cumple un rol importante para las aves.

Por otro lado, los descubrimientos también confirman que muchas aves terrestres dependen del apoyo atmosférico para completar sus migraciones sobre el mar abierto, marcando la vulnerabilidad que presentan frente a cualquier cambio en los patrones de circulación atmosférica de la Tierra.

Referencia

The interplay of wind and uplift facilitates over-water flight in facultative soaring birds. Nourani et al. Proceedings of the Royal Society B (2021).DOI:https://doi.org/10.1098/rspb.2021.1603

Foto: un halcón de Eleonora sobrevolando el islote de Alegranza, en el Océano Atlántico. A pesar de ser poderosos voladores, los halcones son muy selectivos de los vientos de apoyo durante la migración transoceánica. Crédito: Wouter Vansteelant.