Un robot desarrollado por ingenieros de la Universidad de Columbia ha conseguido ver el mundo desde la perspectiva de otro robot, en lo que constituye una forma primitiva de empatía: anticipa en forma de imágenes las acciones y objetivos de otro compañero robótico.

Según los científicos, en un futuro los robots podrán anticipar pensamientos humanos y tal vez manipularlos: no seguirán siendo máquinas pasivas de seguimiento de instrucciones por mucho tiempo.

De acuerdo a una nota de prensa, la tecnología desarrollada por los investigadores estadounidenses puede ser un punto de partida para lograr una mejor interacción entre los robots y, al mismo tiempo, una comunicación más intuitiva y real con los seres humanos.

Al igual que sucede con las parejas que viven juntas durante muchos años, en las cuales cada integrante es capaz de predecir los movimientos y hasta los pensamientos del otro, el robot creado por los especialistas de Columbia logra esa integración con otro dispositivo de ayuda.

Observación y predicción

En el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, se establece que el robot requiere solamente de unos pocos fotogramas como información para predecir los futuros pasos de su compañero. De esta manera, con una sencilla observación puede anticipar los movimientos de su "pareja" robótica.

Mientras los primates desarrollan la habilidad para entender las necesidades de los demás y en situaciones de convivencia incluso predecirlas, las tecnologías robóticas más avanzadas no han logrado "copiar" hasta el momento esta capacidad comunicacional. Dicha habilidad es crucial para la interacción social y para el logro de objetivos en común.

Ahora, la innovación de los ingenieros estadounidenses promete dejar atrás el tiempo de los robots autistas y ensimismados, dando paso a una nueva generación de dispositivos robóticos capaces de relacionarse de una forma más armónica e intuitiva con el entorno.

Los resultados son verdaderamente prometedores. Luego de una serie de experimentos y pruebas, los especialistas pudieron confirmar que el robot de observación finalmente pudo predecir el objetivo y la ruta de su socio 98 de cada 100 veces, en diferentes situaciones.

Lo logró después de observar a su compañero dando vueltas durante dos horas en un espacio especialmente dispuesto. En ese plazo, comenzó a anticipar el objetivo y el camino de su socio.

Avances e incógnitas hacia el futuro

Aunque los investigadores reconocen que los comportamientos del robot en este estudio son claramente más simples y básicos que aquellos que se esperarían en una interacción totalmente intuitiva, creen que este avance puede ser el comienzo de un camino para dotar a los robots de verdadera empatía.

Los hallazgos de esta investigación son un punto inicial hacia un futuro en el cual los robots logren comunicarse naturalmente entre sí, con los humanos y con otras formas de vida.

La capacidad demostrada por el robot observador para predecir los movimientos de su socio, disponiendo solamente de unos pocos segundos de video, indica que las máquinas son capaces de ver el mundo desde la perspectiva de otro robot. En otras palabras, pueden desarrollar empatía.

Sin embargo, los científicos destacaron que no es posible obviar las cuestiones éticas relacionadas con estos avances. Es que si los robots logran predecir movimientos y pensamientos de un socio, posteriormente adquirirán la capacidad de hacerlo con los seres humanos. ¿Cuánto tiempo tardarán en poder manipular nuestros pensamientos?

Frente a esto, y en función de otros avances en Inteligencia Artificial, los expertos concluyeron que será crucial el control y la responsabilidad de los funcionarios políticos, quienes deberán garantizar que estos progresos tecnológicos sean beneficiosos para toda la humanidad en su conjunto.

Referencia

Visual Behavior Modelling for Robotic Theory of Mind. Boyuan Chen, Carl Vondrick and Hod Lipson. Scientific Reports (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41598-020-77918-x

Video y podcast: editados por Pablo Javier Piacente en base a elementos y fuentes libres de derechos de autor.

Foto: Piotr Bene en Unsplash.