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Seguridad

Los cibercriminales se valen de la IA para perfeccionar sus estafas amorosas: ya hay víctimas en la Región

Los delincuentes se valen de los avances tecnológicos para mejorar sus técnicas de engaño, pues cada vez es más difícil distinguir qué es real y qué no

Un catálogo de novias artificiales al gusto, "el futuro de la compañía humana"

Un catálogo de novias artificiales al gusto, "el futuro de la compañía humana".

Un catálogo de novias artificiales al gusto, "el futuro de la compañía humana". / L. O.

Ana Lucas

Ana Lucas

Los ciberestafadores del amor han encontrado en la inteligencia artificial (IA) la mejor aliada a la hora de perpetrar sus delitos en la Red de Redes. Aunque las estafas del amor no es algo nuevo, la incorporación de esta tecnología permite que cada vez sean más sofisticadas. Así, rostros generados por ordenador, voces sintéticas y vídeos hiperrealistas dificultan distinguir el engaño de la realidad. Algo que ya les ha pasado a residentes de la Región de Murcia.

La soledad no deseada, la ilusión de volver a enamorarse y la revolución de la IA forman la tormenta perfecta del delito online. Personas que no existen se hacen con todos los ahorros de la víctima.

Con el perfeccionamiento de la IA, los estafadores del amor tienen más herramientas para que cuele su engaño. El modus operandi es similar: alguien recibe un correo (o un mensaje privado por redes) de alguien a quien no conoce, alguien que, casualmente, es una persona atractiva que afirma que busca algo serio. Empieza la conversación online. Con fotos y vídeos —en realidad, creados por inteligencia artificial—, la banda de estafadores que hay detrás consigue ganarse la confianza de la víctima.

Las peticiones de dinero llegan una vez que se ha materializado esa confianza. Llegan cuando el afectado (o afectada) cree estar viviendo una historia de amor, muchas veces ya en el ocaso de su vida o cuando ni por asomo imaginaba volver a sentir algo así.

"Necesito dinero"

Después, las historias se parecen: quiero ir a conocerte, pero necesito dinero para el billete; me han retenido en el aeropuerto de mi país, hazme un ingreso para que me liberen... Los estafadores pueden sacarle miles de euros (los ahorros de toda una vida) a una persona, la cual, si es mayor, vulnerable, o poco ducha en el tema tecnológico, estará convencida de que ha hablado con un ser humano. Y se ha enamorado.

La Región ha sido escenario, en los seis primeros meses de 2025, de un total de 6.506 infracciones penales cometidas por Internet, según los datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. De ellas, 5.492 fueron ciberestafas. El documento del departamento que dirige Grande-Marlaska no detalla cuántas de ellas fueron estafas del amor.

Bucean en redes en busca de sus víctimas

En un mundo que a veces va demasiado deprisa, y en el cual es raro quien no posee un teléfono inteligente, mucha gente recurre a aplicaciones de citas para tratar de buscar el amor. Con este panorama, los ciberestafadores bucean en estas redes para dar con las personas a las que engañar. Cualquiera que esté dispuesto a iniciar una relación sentimental por la Red puede ser víctima de este tipo de delitos.

En cuanto al perfil de la víctima, es habitual que el ciberdelincuente se fije en personas de una edad determinada: hombres y mujeres que tienen entre 45 y 65 años, que se encuentran solteros, viudos o separados. «Como son profesionales del delito, saben quién puede ser una presa fácil de embaucar».

Las personas a las que escogen no tienen que poseer, necesariamente, un poder adquisitivo concreto: se han dado casos en los que el estafado ha llegado a hipotecarse, solicitando préstamos, para satisfacer a su ciberpareja y pagar todo lo que le pedía.

Una vez que se descubre la estafa, «a la víctima le duele más perder a la que creía que era su pareja que haber perdido el dinero», dicen los investigadores especializados.

Investigadores destinados en la Comunidad murciana coinciden en que siempre serán más de las que reflejen las estadísticas, dado que la gran mayoría de damnificados jamás pisa un cuartel para denunciar lo que les ha pasado. Les puede la vergüenza.

Los Cuerpos de Seguridad llevan tiempo alertando de que España sufre un repunte de estos fraudes, en los que los delincuentes no solo vacían las cuentas bancarias de sus víctimas, sino que les dejan profundas secuelas emocionales, junto a las económicas.

Un filón para acosadores

Los estafadores del amor tienen a su disposición diferentes portales en los que se ‘crean’ mujeres. «Aprovechando la tecnología de inteligencia artificial de vanguardia , Honey AI presenta una novia virtual que siempre está ahí para ti. Está lista para chatear, compartir historias y ofrecerte la compañía que tanto anhelas». Así exponen desde la aplicación Get-Honey qué producto ofrecen.

"Si buscas la novia artificial de tus sueños, una que te comprenda de verdad, te escuche sin juzgar y te permita tener conversaciones significativas, ¡no busques más!"

«Si buscas la novia artificial de tus sueños, una que te comprenda de verdad, te escuche sin juzgar y te permita tener conversaciones significativas, ¡no busques más!», subrayan. Lo que ofrecen es un catálogo de novias artificiales prediseñadas, pero también la opción de que, por un módico precio, el usuario cree a su chica ideal: puede elegir su color de pelo, de ojos, cómo ha de tener el cuerpo... incluso la personalidad.

Estas aplicaciones, alertan los investigadores, pueden muy útiles para hombres que estén obsesionados con una mujer real. «Se puede dar el caso de acosadores que generen una novia virtual a imagen y semejanza de su exmujer o de una vecina con la que estén obsesionados», explican.

Siempre está ahí, pero no existe

‘Alina Zinchenko. Elegante, ingenioso, atrevido’; ‘Emma Wilson. Suave, cariñoso, acogedor’; ‘Chloe O’Connor. Motivador, juguetón, leal’. Lo primero son nombres de mujeres; los adjetivos, aquellos con los que se identifica el hombre que opta por conocer a una de ellas. A primera vista, parece una web de conocer mujeres, destinada a varones. Lo que ocurre es que se trata de personas que no existen. Desde Girlfriend.ai venden a las novias artificiales como «el futuro de la compañía humana». Desde Get-Honey hablan de «una novia virtual que siempre está ahí». Porque no existe.

Se daría entonces una situación que puede no pasar de la vivienda del infractor (y la mujer no enterarse jamás), aunque, según la experiencia de los profesionales del cibercrimen, a este tipo de individuos se les acaba pillando «porque lo cuentan». «Ya sea para fardar ante un conocido, porque creen que han hecho una proeza o porque se ponen en contacto con la mujer para decírselo», apuntan.

Por otro lado, la Guardia Civil investigaba recientemente en Totana a un menor acusado de difundir imágenes generadas con IA de sus compañeras de instituto desnudas. «Saldrán más como él», auguran fuentes del cuerpo.

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