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Tribunales

Condenado a 16 años de cárcel por matar a cuchilladas a un hombre en La Unión en 2022

Abdelaziz T., que admite el crimen, tenía una orden de alejamiento de su mujer, por lo que alquiló una habitación en el garito de Santa Obdulia donde se cometió el crimen

Puerta precintada y coche con salpicaduras de sangre, horas después del crimen.

Puerta precintada y coche con salpicaduras de sangre, horas después del crimen. / Iván Urquízar

Ana Lucas

Ana Lucas

Ocurría en marzo de 2022 y fue el segundo crimen de aquel año en la Región. Abdelaziz T. tenía una orden de alejamiento de su esposa por maltratarla, tras lo cual alquiló, por cien euros al mes, una habitación a su compatriota Mounir, al que dejaría malherido en una riña a cuchillada limpia en la que perdió la vida otro hombre, que también estaba en ese momento en la casa de la calle Santa Obdulia, porque era amigo de Mounir. Más de tres años después, el criminal ha reconocido lo que hizo y pactado 16 años entre rejas.

Esta vivienda de planta baja, en el número 13 de la vía del municipio unionense, estaba okupada y en la misma se daban cita personas para consumir estupefacientes y alcohol.

La acera de enfrente de la casa chorreaba sangre. El crimen impactó a la localidad. Al homicida también se le condena a no volver a La Unión en dos décadas.

Le asestó ocho puñaladas y múltiples golpes. Culpable por unanimidad, lo declararon los miembros del jurado.

Sangre en el lugar de la reyerta

Sangre en el lugar de la reyerta / L.O.

Se da la circunstancia de que, la semana antes de la reyerta mortal, la Policía Local estuvo en el lugar, tras recibir un aviso de los vecinos porque se estaba produciendo una pelea. Al llegar, los agentes encontraron a Abdelaziz y a Mounir, enzarzados.

La razón: Mounir le reclamaba a su inquilino el dinero del alquiler de la habitación, el cual le urgiría porque, al parecer, tenía que abonar sustancias a las que era adicto.

Detenciones

Apenas unos días después, la Policía regresaba de madrugada al mismo garito en el que los vecinos se quejaban del consumo de estupefacientes y las constantes riñas. En esta ocasión, por el aviso de otra pelea, aunque esta fue mortal.

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