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Tribunales

Apalea a un hombre y lo deja tirado en una calle de Caravaca: la víctima necesita cuatro operaciones para sobrevivir

El agresor, que ahora tiene 31 años, propinó al afectado numerosos golpes en la cabeza con una botella de cristal, hasta que perdió el conocimiento

Un agente de la Guardia Civil.

Un agente de la Guardia Civil. / Guardia Civil

Ana Lucas

Ana Lucas

Apaleó salvajemente a un hombre al que no conocía de nada, lo dejó tirado inconsciente en una calle de Caravaca de la Cruz y le robó el móvil. La víctima, de entonces 22 años, sobrevivió, aunque necesitó cuatro operaciones para ello. El agresor, nacido hace 31 años en Bulgaria, reconoció lo que hizo, por lo que no hubo juicio como tal y la sentencia, firme, se dictó in voce.

Ocurría sobre las tres y media de la mañana, en febrero de hace dos años. Tal y como se lee en el relato de hechos probados, víctima y agresor tuvieron "un encuentro fortuito" en la Avenida Constitución de Caravaca de la Cruz. No se conocían y comenzaron a discutir.

"En el trascurso de la referida discusión, utilizando una botella de cristal, el acusado acometió a la víctima con intención de acabar con su vida y le propinó fuertes golpes en cabeza, así como patadas, provocándole graves traumatismos perdiendo este el conocimiento y cayendo al suelo, momento aprovechado por el acusado para sustraerle la cartera y el teléfono móvil tras lo cual se marchó del lugar", detalla la sentencia.

Agentes de la Policía Local hallaron a la víctima, sin sentido, y localizaron y arrestaron al sospechoso, tras una batida por la zona. Encima llevaba el móvil y la cartera del perjudicado, el cual fue llevado primero al Comarcal del Noroeste y de ahí a la UCI del Virgen de la Arrixaca. En este hospital fue intervenido quirúrgicamente en cuatro ocasiones, precisa el tribunal.

Sufre secuelas: una alteración de las funciones cerebrales superiores integradas, epilepsia sin trastorno de la conciencia, epilepsia parcial focal simple, lesión incompleta-paresia del nervio peroneo común nervio ciático poplíteo externo y un perjuicio estético moderado por cojera y cicatrices quirúrgicas.

En cuanto al sospechoso, fue puesto a disposición primero de la Guardia Civil, cuerpo competente para hacerse cargo de la investigación, y luego del Juzgado de Guardia, que lo mandó a prisión provisional. Ahí ha estado, hasta que salió el juicio, más de dos años después, por lo que la prisión preventiva le fue prorrograda en febrero del presidente 2025. Ante el tribunal formado en el Palacio de Justicia, el individuo, que carecía de antecedentes hasta este episodio, compareció asistido por una intérprete de búlgaro, su idioma natal.

La condena de la Audiencia

El encausado es considerado culpable de un homicidio en grado de tentativa y de un robo con violencia. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia lo condenó a la pena de cinco años de prisión, por el primer delito, y de tres años, seis meses y un día de prisión, por el segundo. Ocho años y medio entre rejas en total.

Al joven al que apaleó, lo indemnizará con 160.000 euros por lesiones, intervenciones quirúrgicas, secuelas y perjuicio estético. Y al Servicio Murciano de Salud ha de darle 54.463'99 euros por la asistencia médica prestada a la víctima.

El sujeto alegó que no tiene dinero para pagar nada. "Una vez se declare la insolvencia del penado, notifíquese personalmente a la víctima que la acción para solicitar las ayudas previstas en la ley prescribe por el transcurso del plazo de un año desde que se efectúe dicha notificación", precisa la resolución judicial.

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