El crimen de Maravillas en El Palmar llega a juicio: su hijo y su jefe, al banquillo

A Maravillas la asfixiaron con una bolsa de basura y antes de hacerlo la habían golpeado en la cabeza y realizado dos cortes en el cuello. El escenario, su casa de El Palmar, en Murcia. El presunto agresor intentó huir, saltando por la terraza. Fue detenido, pero no fue el único.

En noviembre de hace dos años, Alejandro, el joven de 19 años que había sido acusado de ser el cerebro del crimen de su madre en El Palmar, quedaba en libertad, tras más de dos meses en prisión provisional. El joven, defendido por el abogado Evaristo Llanos, insistía en que él no participó en ningún modo en el asesinato, que se produjo en septiembre de ese año. Ahora, junto al que era su jefe, Bryan Luis, el chico que fue detenido el día del crimen, Alejandro se sentará en el banquillo de la Audiencia Provincial de Murcia. 

No obstante, Alejandro solo será juzgado por robo. La Fiscalía descarta que el joven planease el crimen y remarca que no podía «vaticinar el desenlace de los hechos». Alejandro afrontará una pena de tres años de cárcel como presunto cooperador necesario en el violento asalto que acabó en muerte, mientras que Bryan se enfrenta a una pena de 28 años entre rejas.

La vista, con jurado popular, arrancará el 5 de diciembre en la Audiencia Provincial de Murcia. Y está previsto que concluya el día 19 del mismo mes.

En silla de ruedas

El día del crimen, cuando llegó a la casa de Maravillas la Policía Nacional, Bryan, de entonces 29 años, intentó huir tirándose por el balcón y se rompió los tobillos. Se fue de vacío, no llegó a robar el dinero. Cuando fue puesto a disposición judicial, lo hizo en silla de ruedas y con las dos piernas vendadas. El presunto autor material del asesinato llegará al banquillo trasladado desde el penal, puesto que sigue en prisión provisional.

Bryan declaró en comisaría que se había puesto de acuerdo con Alejandro, hijo de la víctima y antaño su empleado, para robar en la casa de Maravillas. Que la idea era repartirse el dinero. Sin embargo, cuando llegó al juzgado no ratificó este extremo. Alejandro no afronta cargos por el crimen.