Investigación

Una unidad de élite de la Guardia Civil se moviliza de Valencia a Lo Pagán para investigar la explosión del bar

Los profesionales del ESIN tratarán de esclarecer si la deflagración en el establecimiento fue provocada o accidental

Agentes de la Guardia Civil, en el exterior del bar de Lo Pagán, horas después de la explosión.

Agentes de la Guardia Civil, en el exterior del bar de Lo Pagán, horas después de la explosión. / Iván Urquízar

Los profesionales de Equipo de Investigación de Incendios (ESIN) de la Guardia Civil conforman una unidad de élite, especializada en el esclarecimiento de los siniestros con fuego. Pero no la hay en la Región. La más cercana está en la Comunidad Valenciana. De ahí que componentes de este equipo se desplacen hasta Lo Pagán, en San Pedro del Pinatar, para indagar en las causas de la explosión en el bar de este jueves.

Después de extinguir el incendio, los bomberos revisaron a fondo el inmueble y corroboraron que su estructura no se había visto dañada. Al día siguiente es el turno de los profesionales del ESIN, miembros del Servicio de Criminalística, que inspeccionan el terreno cuando las llamas se han extinguido y los rescoldos están fríos.

El rastro del fuego

Ahora, estos profesionales tratarán de esclarecer si la deflagración en el establecimiento fue provocada o accidental. Lo primero que harán será buscar el foco, el origen. Seguirán el rastro del fuego, tanto en el exterior del establecimiento como en su interior, ahora destrozado, y analizarán sus efectos para ver qué camino siguió. Y de dónde surgió.

Aunque será esta investigación posterior, más en profundidad, la que esclarezca las razones de la deflagración (que lesionó a una veintena de personas, reventó el local y causó numerosos daños materiales en el interior del mismo), las primeras hipótesis, según dijo el alcalde de San Pedro del Pinatar, Pedro Javier Sánchez, apuntan a que pudo deberse a un escape de gas.

Inspección y muestras

Habrá una inspección ocular y tomarán muestras, las cuales serán analizadas en un laboratorio. Se buscará si hay electrodomésticos (como braseros o cocinas) que pudiesen haber influido. Cabe detallar que estos profesionales no investigan todos los incendios: solo aquellos en los que hay muertos o heridos graves.

La explosión se producía minutos antes de las doce y media del mediodía. Más de una veintena de llamadas alertaban a Emergencias: se había producido una explosión en un establecimiento hostelero que, en ese momento, estaba cerrado.

Al lugar se movilizaron efectivos de los Bomberos del Consorcio, componentes de Protección Civil y agentes de la Policía Local, así como varias ambulancias con personal sanitario del 061. Los profesionales atendieron a 16 personas, detalló el 112 en una nota.

La explosión dejó a personas tiradas en el asfalto, heridas. Una señora, apoyada en un coche, gritaba al ver cómo, de la rodilla hasta el tobillo, toda su pierna estaba chorreando sangre. Otras caminaban con la ayuda de allegados. Fue caos y confusión. Los puestos del cercano mercadillo estaban destrozados, con cables y cajas de frutas por el suelo. Y pánico.

"Si no corre, a mi niño lo mata"

Un vecino, Miguel Ángel Cano, comenta que "acababa de pasar por ahí", por la puerta del bar. "Venía de hacer la compra, me ha pillado en la esquina", narra, aún con el susto en el cuerpo. El hombre, que va en sillas de ruedas, apostilla sobre el local que "de día no lo veía abierto: de noche, no sé".

Rememora que vio a unos niños correr y a un montón de gente chillando que había sido una bomba.

Eduvigis, hermana de una de las heridas, estaba con ella comprando unos juguetes para sus hijos de 2 años. "Mi hijo se ha ido corriendo y por eso no le ha pillado: si no, a mi niño lo mata", dice a La Opinión, horas después de la explosión.

"Le he hecho un torniquete a una mujer con un vestido y he empezado a levantar los hierros para buscar gente debajo", recuerda. Su hermana ya está bien: solamente sufrió unos rasguños.

"Mamá, de lo que nos hemos librado", dice Antonio, alias 'El Coletas', a su progenitora, que se desplaza con andador. "Estábamos todavía en el mercado cuando lo hemos oído", detalla. Ambos acudieron al mercadillo a comprar ciruelas.

Mercedes, que fue al mercadillo a fin de adquirir unas sartenes, se refiere al bar y asegura que "siempre está cerrado", aunque "se veían luces dentro". En este sentido, elucubra que "se ve que dormían ahí, porque han sacado colchones" tras la explosión.

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