Investigación

Testigos de la explosión del bar de Lo Pagán: "Pensábamos que era una bomba"

Juan Carlos comenta a La Opinión cómo rescató de los escombros a dos supervivientes de la deflagración y Eduvigis explica que realizó "un torniquete a una mujer con un vestido"

Testimonio de uno de los testigos de la explosión en Lo Pagán: "Me metí debajo de la mesa"

Iván Urquízar

Gritos, mucha confusión y destrucción. Unas mujeres asisten a otra, apoyada en un coche, que grita al ver cómo, de la rodilla hasta el tobillo, toda su pierna está chorreando sangre. Muchas llamadas a Emergencias, una nube de humo y chillidos de socorro. Más de una decena de personas (16, según el último parte de Emergencias) resultaron heridas este jueves en una explosión en el bar Casa Javi, junto al mercadillo de Lo Pagán, en San Pedro del Pinatar. Dos mujeres sufrieron lesiones muy graves y se teme por sus vidas. En ese momento, coinciden muchos de los vecinos, pensaron que se trataba de una bomba.

Estado en el que ha quedado el mercadillo de Lo Pagán tras la explosión

Estado en el que ha quedado el mercadillo de Lo Pagán tras la explosión / Iván Urquízar

Uno de los testigos de lo que pasó es Juan Carlos, que se encontraba en el mercadillo "cuando escuché la explosión", comenta a este diario. "Luego vi que venía como algo negro, gris, algo", dice, en referencia al humo que emanaba del bar. Un local que tenía numerosas actas por ruido y ya se incendió en 2024. "Debería estar cerrado", aseguran vecinos del pueblo: algunos tienen claro que se trataba de "un burdel" clandestino.

"Mi hijo se ha ido corriendo y por eso no le ha pillado: si no, a mi niño lo mata", narra una mujer

"Lo que hice fue meterme debajo de la mesa: y todo pasó por encima", concreta Juan Carlos. "Todo eso se dio la vuelta y lo amortiguó", apunta, en referencia a los enseres del puesto, ya desperdigados por el suelo tras la deflagración.

"Sacamos a dos personas de ahí", relata, mientras apunta con el dedo a un montón de escombros. "Vino una chica, la atendió, no sé más que decirte..."

"Me pilló en la esquina"

Otro vecino, Miguel Ángel Cano, comenta que "acababa de pasar por ahí", por la puerta del bar. "Venía de hacer la compra, me ha pillado en la esquina", narra, aún con el susto en el cuerpo. El hombre, que va en sillas de ruedas, apostilla sobre el local que "de día no lo veía abierto: de noche, no sé".

Rememora que vio a unos niños correr y a un montón de gente chillando que había sido una bomba.

"Había gente sangrando", significa otra joven. Un goteo de sangre se podía apreciar en la acera, horas después.

Eduvigis, hermana de una de las heridas, estaba con ella comprando unos juguetes para sus hijos de 2 años. "Mi hijo se ha ido corriendo y por eso no le ha pillado: si no, a mi niño lo mata", dice a La Opinión, horas después de la explosión.

"Le he hecho un torniquete a una mujer con un vestido y he empezado a levantar los hierros para buscar gente debajo", recuerda. Su hermana ya está bien: solamente sufrió unos rasguños.

"Mamá, de lo que nos hemos librado", dice Antonio, alias 'El Coletas', a su progenitoria, que se desplaza con andador. "Estábamos todavía en el mercado cuando lo hemos oído", detalla. Ambos acudieron al mercadillo a comprar ciruelas.

"Como un terremoto"

Mercedes, que fue al mercadillo a fin de aquirir unas sartenes, se refiere al bar y asegura que "siempre está cerrado", aunque "se veían luces dentro". En este sentido, elucubra que "se ve que dormían ahí, porque han sacado colchones" tras la explosión. El establecimiento se encontraba cerrado en el momento de la explosión, confirman fuentes municipales.

"Fue como un terremoto", significa otro vecino, cuya casa está muy cerca del bar en cuestión. Otros apuntaban que se les pasó por la cabeza que podría tratarse de un avión que traspasó la barrera del sonido, lo cual descartaron rápidamente, al escuchar los gritos; y, al mirar hacia la calle, ver el humo y la sangre en el asfalto.

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