Investigación

Encuentran ADN del presunto asesino de la turista de Singapur en el cuerpo de la víctima

Especialistas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses han emitido un informe, no concluyente, en el que confirman que hay restos biológicos del sospechoso en el cadáver de la mujer cosida a cuchilladas en abril en Abanilla

El acusado de coser a puñaladas a una mujer en Abanilla es conducido por la Guardia Civil a los juzgados de Cieza; abajo a la derecha, la mujer asesinada.

El acusado de coser a puñaladas a una mujer en Abanilla es conducido por la Guardia Civil a los juzgados de Cieza; abajo a la derecha, la mujer asesinada. / EFE

Ana Lucas

Ana Lucas

Especialistas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses han emitido un informe en el que confirman que se ha encontrado ADN del único sospechoso del crimen de la turista de Singapur, asesinada en Abanilla en abril de 2024, en el cuerpo de la víctima, indican fuentes cercanas al caso.

En concreto, el resto biológico fue hallado en la entrepierna de la mujer, Audrey Fang, así como en su ropa interior.

"Las condenas deben basarse en pruebas científicas inequívocas, no en probabilidades estadísticas", apunta su letrada

Esta información del Instituto de Toxicología apunta al, de momento, único encausado, que se halla en prisión provisional y siempre ha negado su inocencia. No obstante, su abogada defensora subraya que no es concluyente. De hecho, el documento revela que hay otro halotipo que no coincide con el del sospechoso.

Del mismo modo, los expertos precisan que todos los varones parientes del procesado por vía paterna compartirán haplotipo.

Hay que reseñar que Mitchell Ong, el hombre que se encuentra en prisión provisional en Murcia por, presuntamente, matar a cuchilladas a Audrey Fang en Abanilla en abril de 2024, finalmente no será extraditado a su país natal, Singapur.

La letrada que defiende sus intereses, María Jesús Ruiz de Castañeda Sancho, se opuso y finalmente la Justicia también.

"No es concluyente"

La abogada, tras conocer el informe, afirmó que “Mitchel Ong sigue colaborando con la Justicia: el informe de ADN no lo vincula de forma concluyente con los hechos”.

La defensa sigue “trabajando con total transparencia y respeto al proceso judicial, al tiempo que insiste en que no existen pruebas concluyentes que lo vinculen de forma directa con los hechos investigados”, explica.

“El último informe forense, elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Madrid, analiza restos genéticos hallados en una prenda de la víctima. El estudio identifica dos perfiles masculinos distintos. Uno de ellos, denominado ‘Varón 1’, presenta una coincidencia con el linaje paterno de Mitchel”, admite.

Sin embargo, “es importante subrayar que se trata de un halotipo del cromosoma Y, es decir, una secuencia genética que comparten todos los varones de la misma línea familiar paterna, por lo que no permite identificar de forma individual a una sola persona”, considera.

Además, el informe apunta a la presencia de un segundo perfil genético masculino, denominado ‘Varón 2’, que no coincide con el de Mitchel Ong, lo que demuestra que existen al menos dos contribuyentes masculinos distintos en el análisis de ADN”, especifica la defensa, que quiere “resaltar que no se ha encontrado ADN exclusivo e inequívoco de Mitchel Ong, y que la prueba practicada no permite concluir que haya estado implicado en los hechos, sino que refuerza la necesidad de ampliar la investigación hacia otras posibles personas involucradas”.

“Mitchel Ong mantiene su inocencia, confía plenamente en el trabajo de la justicia española y seguirá colaborando en todo lo necesario para esclarecer la verdad”, resalta su letrada.

Ambos de Singapur, ambos turistas, ambos viajaban solos a lugares de la Comunidad Valenciana. Las cámaras captaron cómo él la recogió a ella en coche en la puerta de su hotel de Jávea. El cadáver de Audrey Fang, cosido a cuchilladas, sería descubierto horas después en un bancal de Abanilla. Durante días, el cadáver estuvo en la morgue, sin que nadie supiese quién era.

La defensa recuerda que “el valor estadístico de 28.972 no equivale a una identificación. No hay ADN nuclear individualizante ni mezcla espermática que apunte de forma concluyente al señor Ong”, apostilla, para destacar que “en un Estado de Derecho, las condenas deben basarse en pruebas científicas inequívocas, no en probabilidades estadísticas que permiten otras explicaciones razonables”.

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