Los acusados del doble crimen de Librilla piden volver a la nave para reconstruir los hechos

Los dos hombres que se encuentran en prisión provisional acusados de matar a dos amigos africanos y deshacerse de sus cuerpos en un depósito de aceite de una nave de Librilla han solicitado volver a la nave de Porkytrans para reconstruir qué pasó aquella noche. Así consta en el escrito presentado en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Totana por los abogados defensores de tío y sobrino, al que ha tenido acceso este diario.

Los sospechosos, como publicó este medio, han reforzado su defensa: al letrado Emilio Ibáñez, que se ocupa delos intereses del mayor de los acusados, Juan, se le suma el conocido penalista Evaristo Llanos, que se ha hecho cargo de la defensa del otro detenido, su sobrino Jesús.

Ahora, tantos los letrados como los acusados esperan contar con el atestado completo de la Guardia Civil para pedir testificar voluntariamente, a fin de que aporten su versión de qué pasó esa noche de diciembre en la que, según los indicios con los que cuenta el Cuerpo, los dos amigos no salieron vivos de esa nave. Cuando fueron puestos a disposición del Juzgado de Guardia de Totana, tío y sobrino se acogieron a su derecho a no declarar.

Asimismo, solicitan la citada reconstrucción de los hechos, en presencia de los sospechosos, y que se levante acta por parte de la Policía Judicial de la Benemérita. Además, los abogados reclaman que, cuando se recreen los hechos, según la versión de los sospechosos, se hagan fotos, vídeos y croquis si es preciso, y adelantan que se puede proceder a "la toma de otros vestigios que pudiesen señalarse por esta parte", detalla el escrito remitido al juzgado.

Preservar el escenario

Mientras no se produce el regreso a la nave, solicitan al juzgado que "se adopten las medidas oportunas para mantener el precinto de las instalaciones", a fin de evitar que accedan a las mismas "terceras personas" y garantizar, por tanto, "la integridad de dicho escenario".

Los cadáveres hallados en Librilla no tienen huellas dactilares

Los sospechosos del doble crimen son un septuagenario, entonces el encargado de la firma Porkytrans en Librilla, y su sobrino. La esposa de este fue arrestada también y, tras pasar por el Juzgado de Guardia de Totana, quedó en libertad con cargos por encubrimiento.  

En un depósito de aceite

La Guardia Civil descubría restos humanos en la nave de Librilla donde trataba de dar con el rastro de Jean Mirabeau Ngoho y Siaka Coulibaly, los dos hombres desaparecidos.

Los restos estaban dentro de una arqueta para depositar el aceite usado de los coches. Los investigadores hallaron dos tapas, una de alcantarillado de metal y otra de plástico; entre las dos había una capa de agua. La alcantarilla contaba con unos dos metros de profundidad. En el hoyo había mucha suciedad, palos, bolsas de cal viva y sosa cáustica, productos corrosivos con los cuales hay quien cree que puede disolverse un cadáver.