Tribunales

El Consulado de Marruecos en Murcia no readmite a la mujer acosada pese a la sentencia que le obliga a hacerlo

Un Juzgado de lo Social acoge este miércoles una vista en la que la trabajadora pedirá el embargo de las cuentas de la institución consular

Un momento del juicio que tuvo lugar en el Juzgado de lo Social Nº 1 contra el Consulado de Marruecos en Murcia en 2024.

Un momento del juicio que tuvo lugar en el Juzgado de lo Social Nº 1 contra el Consulado de Marruecos en Murcia en 2024. / JUAN CARLOS CAVAL

Ana Lucas

Ana Lucas

Ha pasado ya más de un año. En abril de 2024, el Juzgado de lo Social Nº 1 de Murcia acogía un juicio por despido: el sufrido por una mujer, secretaria del cónsul de Marruecos, que demandó a esta institución porque perdió su puesto de tras sufrir, acoso laboral, el cual comenzó cuando se negó a satisfacer las pretensiones sexuales del que entonces era su jefe, Sidi Mohammed Biedallah.

Al mes siguiente, en mayo de 2024, el juez estimaba íntegramente la demanda de la empleada, declaraba nulo el despido y condenaba al Consulado a «la readmisión inmediata de la mujer a su puesto de trabajo, en las mismas condiciones anteriores al despido, con abono de los salarios dejados de percibir desde la efectividad del despido y hasta que se produzca la reincorporación a razón de 56,89 euros diarios, así como al abono de la indemnización de 25.000 euros por un lado y la de 26.086,76 euros por otro» en concepto de intereses. Sin embargo, nada de esto se ha cumplido.

Quiere su puesto

La mujer, que cuenta con los servicios de Joaquín Dólera como abogado defensor, únicamente ha cobrado una parte de la indemnización. Le faltarían unos 26.000 euros por percibir. Además, ella insiste en recuperar su puesto de trabajo.

Como la resolución judicial no se ha cumplido, este miércoles las partes volverán a verse las caras en los tribunales. El defensor de la mujer adelanta que pedirá el embargo de las cuentas del Consulado, para garantizar que se ejecute la sentencia que, desde esta institución, parece que ignoran. Otra de las prioridades es que den de alta a la afectada en la Seguridad Social.

Tras ser acosada durante años por el entonces cónsul (que ya no está en la Región), la mujer, «al límite de sus fuerzas», en 2022 sufrió un fuerte ataque de ansiedad y acudió al centro de salud; de ahí, al Morales Meseguer, tratada por «un trastorno de ansiedad reactivo por agravamiento en los últimos meses por acoso laboral de larga duración».

En diciembre de 2022 se sintió mejor y quiso volver: entonces la echaron y ni siquiera la indemnizaron. La víctima llevó el caso a los tribunales y la Justicia le ha dado la razón, aunque sigue esperando la ejecución.

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